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Respuesta: La expulsión de los jesuitas de España de 1767 fue ordenada por el rey, Carlos III bajo la acusación de haber sido los instigadores de los motines populares del año anterior, conocidos con el nombre de Motín de Esquilache.
Explicación: Esta medida, de indudable trascendencia en muchos aspectos, la tuvo especialmente en orden a la reforma de la enseñanza, hasta el punto de que puede considerarse como la primera medida encaminada reformar los estudios del país. La Universidad de Sevilla se va a beneficiar, entre otros, de la expropiación al concedérsele como sede el edificio de la Casa Profesa en Sevilla y su iglesia llamada de la Anunciación.
La investigación de las causas de la expulsión ha sido un tema bastante trabajado. Hoy predomina la opinión de que la Compañía fue expulsada en virtud de una falsa razón de Estado. Los gobernantes ilustrados recelan de la ascendencia de la compañía entre la clase política, a la que educa o confiesa, de sus actitudes conservadoras en la enseñanza, de su defensa de la intervención eclesiástica en política y, sobre todo, les resulta muy contraria a sus planes la dependencia directa que mantiene de la Santa Sede (recuérdese el particular voto de obediencia al Pontífice). Los jesuitas eran, para el grupo innovador que había llegado al Poder, los principales enemigos de las reformas que pretendían realizar y aliados de la aristocracia reaccionaria, hostil igualmente a todo pensamiento renovador; esta alianza hacía considerar a los jesuitas como una facción dentro del Estado y "es incompatible toda facción dentro de cualquier Estado con la subsistencia y conservación del Estado mismo, de suerte que, o el gobierno civil ha de sucumbir o perecer, o ha de repeler esta mortífera sociedad como una verdadera enfermedad política y de las más agudas que se han conocido en esta clase".
La enemistad con los jesuitas de todos los que intervinieron en la reforma universitaria es indudable: Pérez Bayer, Bertrán, Roda, Campomanes, Floridablanca, inundan sus escritos de ataques contra los citados religiosos. Es expresiva la frase que emplea el embajador Azara para describir el odio del ministro Roda contra jesuitas y colegiales: "Por un cristal de sus anteojos no veía más que jesuitas y por el otro, colegiales" (citado por Menéndez Pelayo en "Heterodoxos").
Respuesta: debido a la enorme influencia de esta orden religiosa en las colonias y en la metrópoli
Explicación: