Respuestas
Respuesta:
Antes de correr
Antes de comenzar a correr, nuestro cuerpo está en reposo. Eso indica que nuestro corazón late a un ritmo normal, de entre 60 y 70 pulsaciones por minuto, algo que depende de muchos factores que no entraremos a desglosar aquí. Nuestra musculatura está a una temperatura habitual, que ronda los 36 grados centígrados.
Después de correr
A nivel sanguíneo, nuestra sangre tendrá un mayor número de neutrófilos, un glóbulo blanco que está íntimamente ligado a la protección de nuestro organismo contra posibles infecciones. Eso sí, también se registran bajas en el nivel de linfocitos, que también son esenciales en la lucha contra las infecciones. Y, como es de esperar, aumenta el nivel de oxígeno en sangre, conocido como el hematocrito.
Explicación:
El ritmo respiratorio aumenta y la velocidad de la circulación de la sangre, una vez iniciada la carrera, se incrementa, aproximadamente, unas seis veces. Esta situación implica que cuanto más rápido circula la sangre, mayor es la frecuencia cardíaca y el intercambio entre oxígeno y dióxido de carbono a nivel alveolar.