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Respuesta: El centro de investigación AZTI trabaja en metodologías de muestreo pasivo desde hace una década. “A través de estas herramientas conseguiremos que la contaminación de todas las aguas continentales y marinas esté mejor evaluada puesto que podemos detectar concentraciones muy bajas de todo tipo de contaminantes que con las técnicas tradicionales no se llegan a detectar. Por otra parte podemos reducir costes porque reducimos la frecuencia de muestreo, el personal y el material necesario”, señala la experta de AZTI.
Estas técnicas resultan ser también más limpias y precisas, debido a que la manipulación de las muestras en el laboratorio es menor y más fácil.
El consorcio del proyecto, liderado por Dublin City University (DCU), está compuesto, además de AZTI, por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), el Instituto Superior Técnico de Lisboa (IST), el Instituto Portugués do Mar e da Atmosfera (IPMA), el Institut Français de Recherche pour L’explotation de la Mer (IFREMER), Center for the Environment Fisheries and Aquaculture Science (CEFAS) y la Università degli Studi di Cagliari.
La iniciativa, que ha sido impulsada y financiada en un 75% por el Programa Interreg Área Atlántica (2016-2020), cuenta con un presupuesto de casi 2 millones de euros. Apoyan esta iniciativa una serie de entidades colaboradoras entre las que se encuentra la Agencia Vasca del Agua URA, The Scottish Government, Scottish Environment Protection Agency, la Viceconsejeria de Medioambiente del Gobierno de Canarias, el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, Marine Institute Foras na Mara, Environmental Protection Agency, Agencia Française pour la Biodiversité, Agência Portuguesa do Ambiente y el Instituto Hidrológico de Lisboa.