Respuestas
Respuesta:
La enseñanza y el aprendizaje de la química orgánica en el nivel superior no han sido aún muy explorados (Bodner y Weaver, 2008), a pesar de que el primer curso universitario de la asignatura representa un obstáculo para la mayoría de los alumnos (Katz, 1996). Un origen posible de dicha dificultad se relaciona con la naturaleza de la química orgánica. Al igual que otras áreas de la química, requiere para su conocimiento de la capacidad de operar al mismo tiempo en diferentes niveles. El nivel macroscópico donde el químico trabaja simultáneamente con los fenómenos y las transformaciones que puede percibir directamente a través de los sentidos, utilizando el nivel simbólico para representar dichos cambios y un nivel submicroscópico para interpretar la reacción con la cual trabaja, es decir el mundo de las moléculas y átomos y las leyes que lo gobiernan (Johnstone, 1993, 2010). Tanto el nivel macroscópico como el subicroscópico corresponderían al plano ontológico, es decir al plano del objeto, y pueden ser descriptos en los planos lingüístico y matemático (Labarca, 2009). Pero, a diferencia de otras químicas, la química orgánica posee un enfoque eminentemente cualitativo (Hassan, Hill y Reid, 2004) y por lo tanto el nivel simbólico, perteneciente al plano lingüístico, resulta de vital importancia.