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Respuesta: Un día como mañana, de hace 218 años, el 27 de mayo de 1812, en Cochabamba se marcó otro hito en el camino que conduciría 15 años después a la constitución de la República de Bolivia.
Se trata, además, de una fecha que se presta para recordar el lugar que durante los últimos dos siglos han ocupado las mujeres en nuestra sociedad. Es que, desde aquellos tiempos, cuando el protagonismo femenino era una excepción que estaba muy lejos de la cotidianidad, hemos avanzado hasta la situación actual en la que las mujeres no necesitan realizar heroicas hazañas para que su labor sea reconocida.
Aniversarios como éste son siempre una ocasión oportuna –y mucho más hoy cuando nos gobierna una mujer– para que los bolivianos recurramos a nuestra memoria histórica y busquemos en ella la orientación necesaria que nos ayuda a comprender mejor nuestro pasado, pues al hacerlo podremos también entender con más claridad nuestro presente y sólo en la medida en que así lo hagamos podremos afrontar el futuro con mayores posibilidades de éxito, evitando reincidir en los errores y tratando de reproducir los aciertos.
En sus 195 años, Bolivia tuvo sólo dos mujeres presidentas, ambas ocuparon esa función como fruto de circunstancias excepcionales. A la actual le toca gobernar en un momento muy delicado, pues el país vive una triple crisis: sanitaria, económica y política. Así, el rol de Jeanine Áñez es y será histórico, para bien o para mal.
Hasta hoy, su desempeño como jefa de Estado ha estado marcado por una confianza inmediata al asumir la presidencia, un desencanto mayoritario cuando anunció su candidatura y, ahora, el riesgo de que su Gobierno sea el de la triple catástrofe, a juzgar por la serie de casos de posible corrupción registrados en solo seis meses, la deficiente gestión de la emergencia y la continuidad de una actitud autoritaria que creíamos vencida con la renuncia de Morales, para ejemplo, basta la detención del juez encargado del caso de los respiradores, por orden directa del ministerio de Gobierno...