Respuestas
Un padre y sus dos hijos buscan un lugar para construir una casa. Después de tomar la decisión equivocada, encontraron un lugar al pie de la montaña. Construyeron sus propias casas con lo que obtuvieron del mar. Varios perros se acercaron y fueron rechazados, pero otros fueron aceptados.
Llegaban varias personas y estaba lleno el lugar de visitantes. Llega un visitante y se ofrece a arreglar las cosas. Parecía un mago y como resultado solo pedía un poco de pescado para alimentarse. Luego, el hijo mayor de Leandro, se ahogó en el agua y su padre buscó ayuda para sacarlo su padre buscó ayuda para sacarlo “antes de que los toyos lo mordieran”.
Sin embargo, nunca lo encontraron. El hijo menor no quiso saber nada del mar. Incluso maldijo a su padre por no enseñarle a comerciar. Se va del lugar y luego vuelve debido a que estaba enamorado. El padre de la chica hace algo de bulla, pero luego se contenta con le manden un poco de sopa en un tarro.
El hijo va a la ciudad con el hombre raro, Samuel. Al poco tiempo apresan a este hombre, por presuntamente haber cometido un crimen. Mientras, el lugar en la playa ha crecido mucho y ya había llamado la atención de la autoridad municipal. Por lo que la amenaza de desalojo aparece y la gente le pide al padre que interceda y busque un abogado.
Todo parece ir bien, pero la orden de desalojo llega, el abogado les ha mentido y dice que nada más se puede hacer. El padre, al comienzo se ve muy decidido a defender sus pertenencias pero las casas de madera y esteras van cayendo ante la acción de los tractores y entonces comienza a destruir su casa, dando “el ejemplo”.
No obstante, ahora hay que buscar otro lugar, ya entonces el hijo a regresado con su mujer encinta. El padre le ve las manos, ya curtidas y callosas, “son manos de hombres”, le dice. Tras una caminata por la playa, ubican un lugar, y escarbando entre las piedras, hunden el primer cuartón de la nueva vivienda.