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Son importantes porque permiten un mejor aprovechamiento y rendimiento del terreno; garantizan una mejor selección de la semilla y con esto aumenta considerablemente las posibilidades de tener una mejor productividad en las cosechas; facilita la actividad agrícola familiar.
Germinando semillas en casa puedes controlar las condiciones ambientales en las que crecerán de principio a fin, permitiéndote sembrar hasta en las épocas más adversas del año. En el exterior, lo más común es que la tierra sea la misma para todas las plantas.
El proceso de siembra en un semillero es igual que en cualquier otro caso, pero sí es importante preparar un sustrato para la germinación. Recomendamos realizar una mezcla con una parte de turba, otra de fibra de coco y otra de humus de lombriz , a la que luego añadiremos un poco de perlita y vermiculita.
En semilleros abiertos, las semillas grandes deben de sembrarse a 3cm de distancia, colocando 2 o 3 semillas en cada orificio (después se quitarán las plántulas débiles). Las semillas medianas deben tener una distancia entre 1.5 y 2cm entre cada orificio y las semillas pequeñas 1.5cm entre ellas.
Instale sus semilleros en un lugar cálido, en un espacio a cubierto que reciba calor. – En bandeja, en el caso de las verduras que deben plantarse (col, puerro) o cultivarse (rábano negro) con unos pocos centímetros de tierra.
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