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Respuesta:
Es fácil pensar en cosas que podrían ser útiles pero que a menudo están sumamente lejos. Necesitamos una seguridad y una fortaleza cercanas. Gracias a Dios, Él es nuestro Ayudador siempre presente, quien se interesa lo suficiente como para compartir sus recursos ilimitados con nosotros. Siempre está cerca; incluso más cerca de lo que nosotros podemos estar.
Cuando todo va bien en la vida, no solemos pensar demasiado en nuestra vulnerabilidad. Damos muchas cosas por sentado, aun la oportunidad de estar juntos. En los momentos difíciles no te des por vencido, no es momento de dejar aquello que tanto trabajo te costo lograr, ni mucho menos estés pensando en rendirte, tú no eres de los que se rinden, tú no eres de lo que huyen, tu eres de los que con la ayuda del Señor enfrentan toda situación.
Pueda que estemos débiles, pueda que las fuerzas de a poco se van acabando, pero no es ninguna excusa para rendirnos, no se nos debe olvidar que somos llamados de Dios, que hemos sido llamado para conquistar y no ser conquistado.
La vida esta llena de decepciones y disoluciones. En ocasiones pasamos por momentos donde cada día parece ser que las noticias que recibimos van de mal en peor. Las situaciones muchas veces en lugar de mejorar, se empeoran. Estos son los momentos donde parece ser, que para nuestro problema no habrá una solución. Son tiempos como estos que debemos ser recordados que, ¡Dios es nuestro ayudador! El será el único que lograra ayudarnos en medio de nuestro dilema.
Explicación:
Espero y pueda servirte :)