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el oso ese es un loco, le gustaba comer hojas de mar del mediterraneo y hacia cacona del club nocturno de panclexistinha
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Tenía muchas ganas de leer este libro desde que se publicó hace dos años en inglés, ya que tuvo bastante éxito y unas muy buenas reseñas, además de que me gustan mucho los libros que tienen ese ambiente inspirado en la Rusia pasada, muy diferentes a los que solemos leer mensualmente, por lo que cuando supe que Nocturna lo iba a publicar este mes de noviembre, tenía claro que debía estar entre mis lecturas. Hay que agradecer a la editorial Nocturna que haya conservado la portada original, que me parece preciosa, y tengamos un al final glosario de palabras que aparecen en la novela, sin el cual me habría perdido en más de una ocasión.
Esta historia nos presenta a Vasia, una joven que heredó las habilidades de su abuela y que, para colmo de su padre, no es la joven sumisa y bonita que la sociedad de la época espera que sea, sino que ama los cuentos de folklore ruso, sus criaturas, y las aventuras. Así, Vasia mantiene en secreto que es capaz de ver espíritus que nadie ve, como la rusalka, que ahoga a las personas en el lago, pero todo cambiará cuando su padre aparezca con una nueva esposa muy creyente, que donde Vasia ve espíritus protectores, ella ve demonios, y un nuevo sacerdote, que insistirá en salvar el alma de Vasia y enfurecerá a los espíritus, llegue al pequeño pueblo rodeado de bosque en el que vive.
Respecto al personaje más importante de este libro, Vasia, he de decir que me ha encantado que fuera muy diferente a lo que se esperaba de una joven de la época, básicamente ser poco más que una esposa o ingresar en un convento, y que no dejara que los demás decidieran por ella. Así, nos encontramos con un personaje fuerte, valiente y muy maduro para su edad, con una fuerte conexión con los espíritus, ya que sabe lo importante que son para que todo vaya bien.
También nos encontramos con otros personajes que tendrán un papel relevante en el transcurso de la historia, transmitiéndonos sentimientos de todo tipo, ya sea simpatía y cercanía, como los hermanos de Vasia, o sentimientos un tanto más negativos, como ha sido el caso de Anna, su madrastra, a la que no he podido soportar, o el sacerdote, que me ha puesto de los nervios en más de una ocasión. Esto no es negativo, ya que aunque no me hayan gustado esos dos personajes, la historia ha conseguido despertar reacciones en mí.
Sin embargo, esta historia no ha sido todo lo que esperaba, dejando claro en todo momento que ello no ha hecho que sea una mala lectura, porque no ha sido ese el caso. Destaco esto porque aunque me ha encantado la ambientación del libro y todo el folklore ruso, algo original y muy diferente a los libros juveniles que se publican cada mes en las librerías, había momentos en los que sentía que la autora quería contarnos demasiadas cosas, tantas subtramas, y o bien las contaba demasiado rápidas o bien todavía no me había situado en una cuando ya me estaba contando otra. Dejando esto a un lado, algo en lo que quizá también tienen que ver las ganas y las expectativas que tenía en esta historia, he disfrutado de su protagonista y todo lo relacionado con los espíritus, además de que conforme nos íbamos acercando al final, se ponía todo más oscuro y peligroso. Por ello, le daré una oportunidad al siguiente tomo de la historia, que espero que vuelva a conquistarme con ese ambiente mágico y con tintes oscuros y pueda ver solucionados lo que para mí han sido fallos de este primer libro.
En resumen, aunque El oso y el ruiseñor no ha resultado ser lo que esperaba, sí que me he encontrado con un libro entretenido que nos sumerge en la estepa rusa y gracias al cual conocemos cuentos típicos de su folklore.