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Respuesta:Un viejo proverbio dice: “Las palabras vuelan, los ejemplos arrastran”.
En el momento de presentar a los catequistas y laicos una catequesis sobre
la fe, nos ha parecido muy conveniente detenernos en el ejemplo que nos
ofrecen algunos personajes bíblicos en su actitud creyente ante los desafíos y
problemas de la vida. El Año de la Fe se presenta propicio para insistir en los
aspectos teóricos y doctrinales de la fe. En otro momento ofreceremos una
catequesis sobre los contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica, que todo
cristiano está llamado a conocer. Pero ahora nos interesa, no tanto lo teórico
como lo vivencial, el ejemplo y el testimonio de figuras bíblicas que supieron
dar una respuesta de fe en momentos y circunstancias difíciles, capaces también ellos de entusiasmar al cristiano de hoy que quiera llevar la fe a la vida.
Esta catequesis está inspirada en el capítulo 11 de la carta a los Hebreos, donde se hace una bella descripción de la naturaleza viva de la fe.
Recomendamos como pórtico a esta catequesis, la lectura atenta de todo el
capítulo, con esa galería de figuras inmortales que allí aparecen, personajes
imponentes en la fe, capaces de enfrentarse a situaciones sobrehumanas con
tal de no apartarse de su Dios. Se repite machaconamente en todo el capítulo
las expresiones “por la fe”, “en la fe”, “aconteció por su fe”; la fe es la clave
de comprensión de toda su vida, pero no como un silogismos intelectual, sino
como una adhesión llena de amor al Dios vivo y verdadero.
La presenta catequesis no tiene pretensiones científicas: no nos acercamos a los personajes bíblicos con una preocupación biográfica ni exegética,
tampoco exhaustiva; no ha sido escrita para una publicación. Se trata simplemente de hacer una presentación-resumen, llevado de la mano de los expertos
en la materia, con el fin de destacar la faceta creyente del personaje bíblico
e invitar así a la maduración de la fe del catequista y del laico que trabaja esta
catequesis.
En cada uno de los personajes estudiados trazaremos el mismo esquema: 1) Presentación del personaje: muy brevemente nos interesa conocer de
qué personaje se trata, sus rasgos y cualidades humanas y espirituales. En la
medida de lo posible, damos a conocer las circunstancias sociales, políticas
y religiosas en las que se desarrolló su vida de creyente, 2) La vocación: tratamos de describir cómo Dios llama al personaje a realizar un encargo, una
misión, generalmente difícil y superior a sus propias fuerzas, 3) La Prueba: la fe
que pasa por la prueba es la fe que comprueba su calidad y autenticidad. Lejos de renegar de su creencia en Dios, o de huir ante la dificultad, el personaje
bíblico no se asusta sino que acoge la prueba como una ocasión para confesar
su fe y dar una respuesta de fe asumiendo una actitud creyente, 4) Respuesta
de fe: en cada personaje destacamos la respuesta de fe que a lo largo de su
vida o en circunstancias determinadas ofrecen al Dios Vivo. Esta respuesta
de fe, que está formulada en el texto nada más enunciar al personaje, es una
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faceta o dimensión que se presenta a nosotros como enseñanza sobre la fe
en el momento presente, 5) Actualidad del mensaje. Aunque son personajes
que distan de nosotros en el tiempo, sin embargo, su respuesta de fe ofrece
una enseñanza actual que se ha de aprender en el momento presente, 6) Para
profundizar en grupo: en cada figura bíblica ofrecemos unas pistas de trabajo para compartir y profundizar en el grupo y así asimilar la enseñanza que
cada creyente bíblico despierta en nosotros, 7) Bibliografía. Recomendamos
el encuentro con los textos bíblicos fundamentales y la lectura detenida de la
literatura manejada en esta catequesis. Aquí hacemos solamente un subrayado de las ideas fundamentales de esas páginas, que se pueden consultar
para sacar mayor rendimiento. Resultará además muy provechoso señalar con
anterioridad los textos bíblicos centrales de cada personaje, para que cada
Explicación: corona plis