Las hidroeléctricas en construcción causan impactos ambientales y sociales,
existe un proyecto en Colombia denominado Ituango, según lo visto en noticias
digitales o escuchadas en radio o por otros medios. ¿Cuál ha sido esos impactos
ambientales y sociales asociados con este proyecto?
Respuestas
Respuesta:
En Colombia la construcción de hidroeléctricas, como Hidroituango y El Quimbo, ha estado rodeada de gran controversia por los perjuicios ambientales y sociales que pueden generar. Solo en El Quimbo más de 11 000 hectáreas de bosque seco fueron afectadas.
En Colombia la construcción de hidroeléctricas, como Hidroituango y El Quimbo, ha estado rodeada de gran controversia por los perjuicios ambientales y sociales que pueden generar. Solo en El Quimbo más de 11 000 hectáreas de bosque seco fueron afectadas.En algunas ocasiones los bosques asociados a los proyectos hidroeléctricos pueden recuperarse e incluso incrementar su extensión. Ese, por ejemplo, ha sido el caso de Hidromiel en el departamento de Caldas.
En Colombia la construcción de hidroeléctricas, como Hidroituango y El Quimbo, ha estado rodeada de gran controversia por los perjuicios ambientales y sociales que pueden generar. Solo en El Quimbo más de 11 000 hectáreas de bosque seco fueron afectadas.En algunas ocasiones los bosques asociados a los proyectos hidroeléctricos pueden recuperarse e incluso incrementar su extensión. Ese, por ejemplo, ha sido el caso de Hidromiel en el departamento de Caldas.Las hidroeléctricas son una de las más importantes fuentes generadoras de energía, pero a la vez representan uno de tantos factores de pérdida de la biodiversidad en el mundo. Los bosques en Colombia no se escapan de esta situación y se encuentran en medio de esta disyuntiva.
En Colombia la construcción de hidroeléctricas, como Hidroituango y El Quimbo, ha estado rodeada de gran controversia por los perjuicios ambientales y sociales que pueden generar. Solo en El Quimbo más de 11 000 hectáreas de bosque seco fueron afectadas.En algunas ocasiones los bosques asociados a los proyectos hidroeléctricos pueden recuperarse e incluso incrementar su extensión. Ese, por ejemplo, ha sido el caso de Hidromiel en el departamento de Caldas.Las hidroeléctricas son una de las más importantes fuentes generadoras de energía, pero a la vez representan uno de tantos factores de pérdida de la biodiversidad en el mundo. Los bosques en Colombia no se escapan de esta situación y se encuentran en medio de esta disyuntiva.Por años las hidroeléctricas han sido consideradas como sinónimo de desarrollo. Colombia, gracias a su topografía, pluviosidad y recurso hídrico cuenta con un potencial excepcionalmente alto para desarrollar este tipo de macroproyectos de ingeniería. Y en efecto, no se puede negar que la generación eléctrica del país depende, casi en un 70 %, de ellas.
En Colombia la construcción de hidroeléctricas, como Hidroituango y El Quimbo, ha estado rodeada de gran controversia por los perjuicios ambientales y sociales que pueden generar. Solo en El Quimbo más de 11 000 hectáreas de bosque seco fueron afectadas.En algunas ocasiones los bosques asociados a los proyectos hidroeléctricos pueden recuperarse e incluso incrementar su extensión. Ese, por ejemplo, ha sido el caso de Hidromiel en el departamento de Caldas.Las hidroeléctricas son una de las más importantes fuentes generadoras de energía, pero a la vez representan uno de tantos factores de pérdida de la biodiversidad en el mundo. Los bosques en Colombia no se escapan de esta situación y se encuentran en medio de esta disyuntiva.Por años las hidroeléctricas han sido consideradas como sinónimo de desarrollo. Colombia, gracias a su topografía, pluviosidad y recurso hídrico cuenta con un potencial excepcionalmente alto para desarrollar este tipo de macroproyectos de ingeniería. Y en efecto, no se puede negar que la generación eléctrica del país depende, casi en un 70 %, de ellas.Son múltiples las razones que hacen que este tipo de obras sean consideradas como una opción atractiva para la generación de energía: su operación es más económica que las termoeléctricas, su construcción es menos costosa que las plantas nucleares, pueden proveer energía a gran escala y tienen el potencial de generar bajas emisiones de gases contaminantes que contribuyen al efecto invernadero. Todas estas son razones suficientes que han considerado los tomadores de decisiones a nivel estatal para que en varias regiones del país se hayan levantado, sobre importantes afluentes, centrales hidroeléctricas como Guavio, Urrá, Salvajina, Chivor, Calima, Alto Chicamocha, Hidromiel, Hidrosogamoso, Peñol-Guatapé, Ituango, San Carlos, Betania, El Quimbo, entre otras, que suman 33 en el caso colombiano. Según la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen) actualmente la capacidad de producción del país ronda los 19 000 megavatios y el propósito nacional es garantizar el suministro energético necesario para el desarrollo de Colombia.