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La producción de alimentos y su consumo han representando un papel fundamental en la organización y distribución de las poblaciones humanas. Los primeros grupos humanos migraban de un sitio a otro en busca de alimento, ya fuera porque en el sitio que habitaban temporalmente se habían agotado los recursos, debido a causas climáticas o al consumo, o bien porque habían sido vencidos y expulsados por algún otro grupo que llegaba a ocupar ese territorio.
La alimentación de los primeros
Recolección de maíz en los Estados Unidos de América
seres humanos dependía de lo que encontraban, como raíces, frutos o animales.El maíz se domesticó en México hace más de 5 000 años. En el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y del Trigo en Texcoco, Estado de México, los científicos conservan granos de todas las especies de maíz del mundo.
La humanidad tuvo control sobre su alimentación cuando, al volverse sedentaria, comenzó a cultivar plantas y a criar animales para alimentarse de ellos. Se cree que la agricultura se desarrolló en el Medio Oriente, hace poco más de 10 000 años, y que fueron sobre todo las mujeres quienes la comenzaron.Rebaño de borregos en Suiza
Algunos de los cultivos más antiguos que se conocen son la caña de azúcar y el plátano en Nueva Guinea. La cría de cerdos en China también se inició hace mucho tiempo. Lo mismo ocurrió con la papa y la llama en los Andes o con el café en Etiopía. En México, el cultivo del maíz y del frijol, la domesticación de los guajolotes y otros seres vivos, tienen más de 5 000 años.Recolección de papa en Ruanda
El desarrollo agrícola y ganadero ha ido cambiando la organización de los pueblos y ha permitido un mayor abastecimiento de alimentos. Este desarrollo dio origen a otro proceso importante de las sociedades humanas: el intercambio de productos y conocimientos de un lugar a otro. Por eso hoy podemos encontrar cultivos originarios de América en África, como el maíz y la papa; y productos de África en México, como el café.
En la producción de alimentos, la ciencia y la tecnología han tenido un papel central para descubrir procesos que permitieran cultivar plantas y animales. Por ejemplo, la invención del arado, hace unos 5 000 años, permitió tener abundantes cosechas más rápidamente.
A lo largo del tiempo, el ser humano ha aprendido a conservar mejor y durante más tiempo los alimentos, procesarlos de maneras diversas y distribuirlos en todo el mundo.