9. Crea una noticia sobre el impacto emocional y económico que el Covid19 ha tenido para su diario vivir.
Respuestas
Respuesta:
Emociones, preocupaciones y reflexiones frente a la pandemia del
COVID-19
Resumen El objetivo de este trabajo es explorar los sentimientos y expectativas que genera el
COVID-19 en Argentina durante la primera etapa de la pandemia. Se aplicó una encuesta de la
Organización Mundial de la Salud adaptada al
contexto local. Se incluyeron preguntas abiertas
para indagar sentimientos de las personas frente
al COVID-19, y se realizó un análisis de contenido. Como resultados se advierte que la población
encuestada siente incertidumbre, miedo y angustia, pero también emerge un sentimiento de responsabilidad y cuidado frente al COVID-19. Así
mismo se destacan sentimientos positivos para la
sociedad como una valoración de la interdependencia social. Los resultados arribados señalan
que el impacto en la salud mental es desigual según el género, el nivel educativo alcanzado y el
confort percibido en el hogar. El estudio permite
concluir que las dimensiones emocionales y vinculares de las personas resultan aspectos centrales
ante la pandemia del COVID-19 en Argentina. Es
recomendable que estas dimensiones, así como y
su impacto subjetivo y social diferencial entre los
diversos grupos poblacionales, sean consideradas
en la planificación de políticas para afrontar el
COVID-19.
Palabras clave Salud mental, Coronavirus, Pandemia, Emociones, Evaluación del impacto en la
salud
Introducción
A finales del 2019, se identificó en China un nuevo coronavirus al que se lo denominó COVID-19.
Debido a su velocidad de expansión y gravedad,
el 11 de marzo-2020, la Organización Mundial de
la Salud (OMS) lo declaró como pandemia1
.
En Argentina el primer caso confirmado fue
el 5 de marzo-2020. Desde entonces el número de
contagios aumenta rápidamente, y se implementan diversas medidas para su prevención, siendo
el aislamiento social preventivo y obligatorio,
desde el 20 de marzo-2020, la de mayor impacto
social.
Un evento tan disruptivo genera diversos
efectos en la salud de la población. Aún no existen vacunas ni tratamientos efectivos, se desconoce la duración de las medidas de aislamiento,
y se estima un alto impacto económico, social
y sanitario, lo que aumenta aún más la incertidumbre. En toda pandemia es esperable que las
personas sientan miedo, ansiedad, angustia, irritabilidad, estrés y enojo, recuerdo de traumas,
dificultades para la concentración y/o problemas
en el sueño2
.
Para abordar el impacto en la salud mental,
ya en 2006 la Unidad de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud elaboró un
documento técnico para orientar y guiar las acciones en el campo de la salud mental en contexto
de epidemias. Recientemente, ante el COVID-19,
la OMS3
elaboró una serie de mensajes para apoyar el bienestar mental y psicosocial orientado a
diferentes grupos. Por ejemplo, recomienda buscar información en fuentes confiables, indagar
historias positivas de personas que se ha recuperado del COVID-19, o mantener rutinas diarias.
En nuestro contexto, el Ministerio de Salud de la
Nación ha elaborado diversas recomendaciones
para reducir el impacto en la salud mental4
.
Trabajos recientes advierten sobre las consecuencias en la salud mental que el COVID-19 y el
aislamiento social provocan en la población5,6. En
este sentido, en China el 53,8% de personas clasificó el impacto psicológico del COVID-19 como
moderado o severo7
. Asimismo, en se identificó
como grupos más vulnerables a quienes deberían
dirigirse los apoyos psicoterapéuticos a: personas
infectadas y quienes tienen vínculos cercanos con
ellas, personas con condiciones previas de padecimiento mental y subjetivo, y personal del sistema de salud8
. Estos tres grupos también fueron
señalados por Inchausti et al.9
quienes, además
destacan la importancia de identificar riesgos y
ofrecer intervenciones psicoterapéuticas flexibles y dinámicas ante las diferentes fases de la pandemia.
Explicación: