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Respuesta:
Aquí te lo dejo
Explicación:
Los que eran acusados comúnmente eran interrogados mediante torturas y si se les encontraba culpables finalmente eran castigados , requisándose sus bienes durante el proceso para sufragar las costas judiciales y los gastos de encarcelamiento. Estos también se podían arrepentir de su acusación y recibir la reconciliación con la Iglesia. A la ejecución de los suplicios asistían el inquisidor, el médico, el secretario y el verdugo, aplicándose los mismos (excepto en el caso de las mujeres) sobre el reo completamente desnudo. Los más conocidos métodos de tormento fueron:
1. Garrucha: se alzaba a la víctima al techo con los brazos atados por detrás de la espalda.
2. Potro: se ataba al reo a un bastidor y el verdugo apretaba hasta atravesar la carne.
3. Tormento del agua: se ataba al reo, se le introducía un paño por la boca hasta la garganta y se vertían jarras de agua de aproximadamente un litro.8
Según la Iglesia católica, se adoptó el método de la tortura (lo cual era socialmente aceptado en el contexto de la época) solo en casos excepcionales. El procedimiento inquisitorial se regulaba minuciosamente en las prácticas de interrogación. No todos los métodos de tortura aceptados civilmente eran avalados por la Iglesia católica y para que un acusado fuese enviado a tortura, debía ser perseguido por un crimen considerado grave, y el tribunal debía tener también sospechas fundadas de su culpabilidad.
Referencia: Wikipedia