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fue la última guerra civil que se vivió en el Uruguay, así como la más sangrienta y decisiva en la suerte del país en el siglo XX, cuya finalización determinó, entre otras consecuencias, un nuevo orden como la imposición de los valores eminentemente urbanos e intelectualistas –encarnados por José
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Respuesta:
La Revolución de 1904 ha sido la última guerra civil que se vivió en el Uruguay, así como la más sangrienta y decisiva en la suerte del territorio durante el siglo XX, cuya finalización concluyó, entre otras secuelas, un nuevo orden como la imposición de los valores predominantemente urbanos e intelectualistas –encarnados por José Batlle y Ordóñez– sobre la cultura del caudillismo rural imperante a partir de la libertad hasta ese instante representado por Aparicio Saravia.
El 1 de marzo de 1903 José Batlle y Ordóñez, jefe emergente del Partido Colorado, ha sido escogido Mandatario de la República con los votos de una parte disidente del Partido Nacional –En Uruguay hasta 1922 las elecciones presidenciales eran indirectas, o sea, votaban los miembros del Parlamento– dirigida por Eduardo Acevedo Díaz, quien rápido opinaría que Saravia, del que ha sido secretario en la Revolución de 1897, “no es más que un pobre gaucho, engreído y camorrista, anteriormente que belicoso”.
Batlle poseía el fin de denunciar el Convenio de la Cruz –que puso fin a la Revolución de 1897 y que concedió al Partido Nacional el control político de 6 departamentos–, según lo había declarado previo a su elección: “La aspiración de la siguiente contienda electoral debería ser el regimen del partido. La efecto elemental del éxito de aquel comienzo debería ser la reconquista de los departamentos”. En aquel proyecto, el 12 de marzo Batlle denominó ser intendente de Las Rocas y jefes político departamental, entre ellos 6 blancos –nacionalistas–, empero 2 (Rivera y San José) los adjudicó al conjunto de Acevedo Díaz, que fue expulsado del partido