Respuestas
Respuesta:
Los historiadores formados por el siglo XVIII se dejaron preocupar demasiado por la filosofía de su tiempo... Trataron los hechos con el desdén del derecho y de la razón; cosa muy buena seguramente para operar una revolución en los espíritus y en el Estado, pero que lo es mucho menos para escribir la historia. Hoy no es ya permitido escribir la historia en el interés de una sola idea. Nuestro siglo no lo quiere; exige que se le diga todo; que se le reproduzca y se le explique la existencia de las naciones en sus diversas épocas, y que se dé a cada siglo pasado su verdadero lugar, su color y su significación. Esto es lo que yo he procurado hacer para el gran suceso cuya historia he emprendido. No he consultado más que los documentos y los textos originales, sea para individualizar las varias circunstancias de la narrativa, sea para caracterizar las personas y las poblaciones que figuran en ella. Tanto es lo que he sacado de esos textos, que me lisonjeo de haber dejado poco que tomar. Las tradiciones nacionales de las poblaciones menos conocidas y las antiguas poesías populares, me han suministrado muchas indicaciones acerca del modo de existencia, los sentimientos e ideas de los hombres en los tiempos y lugares a que trasporto al lector.
En cuanto a la relación, he adherido cuanto me ha sido posible al lenguaje de los historiadores antiguos, contemporáneos de los hechos o cercanos a ellos. Cuando me he visto precisado a suplir su insuficiencia por consideraciones generales, he tratado de autorizarlas reproduciendo los rasgos originales que me habían conducido a ellas por inducción. En fin, he conservado siempre la forma narrativa, para que el lector no pasase súbitamente de una relación antigua a un comentario moderno, y para que la obra no presentase las disonancias que resultarían de fragmentos de crónicas, entreverados de disertaciones. Por otra parte, he creído que aplicándome más a referir que a disertar, aun en la exposición de los hechos y resultados generales, podría dar una especie de vida histórica a las masas de hombres como a los personajes individuales, y que de esta manera en el destino político de las naciones hallaríamos algo de aquel interés humano que inspiran involuntariamente los pormenores ingenuos de las vicisitudes de fortuna y las aventuras de un solo hombre.
«Me propongo, pues, presentar con la mayor individualidad, la lucha nacional que se siguió a la conquista de la Inglaterra por los normandos establecidos en la Galia».-Agustín Thierry.
Explicación:
Respuesta:
Jsje kenenejwuw sk d sjnq wk2 djq di wow