2. ¿Qué suelen representar los protagonistas de los mitos3. ¿Cuántos mitos existen?4. ¿Cuáles son las caracteristicas de los mitos?
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— DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS —
MITO
Los mitos no son testimonios históricos y por ende no son comprobables.
¿Qué es un mito?
Se llama mito a un tipo de relato tradicional, tenido por sagrado y de carácter simbólico. Cuenta generalmente acontecimientos extraordinarios y memorables, que involucran a seres mágicos o sobrenaturales, como dioses, demonios, monstruos, etc. Forma parte del imaginario de una mitología y cosmogonía (concepción del universo) de una cultura determinada.
A diferencia de otros relatos, los mitos no son testimonios históricos, y por ende no son comprobables. Sin embargo son considerados verdaderos o válidos, o al menos parcialmente, dentro de la cultura que los relata. Sin embargo, rara vez funcionan fuera de sus respectivos sistemas de creencias: religiosos, míticos, épicos, etc.
Son tomados como verdaderos porque son explicaciones imaginarias para aquellas preguntas que una cultura no puede contestarse. Por otro lado, sirven para transmitir creencias y valores a las generaciones venideras.
Ver además: Epopeya
¿Cómo se originó el mito?
Los mitos otorgaban una explicación al origen de las cosas.
Los mitos tienen un origen oral, informal y tradicional, como herencia generalmente de etapas primarias (primigenias) de las culturas.
En dichas etapas era necesaria la fabulación de un relato y un imaginario narrativo para ordenar y explicar el universo.
De esta manera, se otorgaba un origen a las cosas o se explicaban ciertos códigos de conducta. Por esa razón, los mitos pueden variar enormemente a lo largo de las generaciones y existir distintas versiones de un mismo mito.
Clasificación del mito
Los mitos teogónicos relataban el nacimiento de los dioses.
Los mitos pueden clasificarse de acuerdo a su contenido narrativo, en:
Mitos cosmogónicos. Aquellos que relatan el origen del universo y de todas las cosas que son, generalmente contando la historia de criaturas antiguas y primitivas que dieron inicio al tiempo y a al mundo.
Mitos teogónicos. Aquellos que relatan el nacimiento de los dioses, ya sea a través de la creación misma del mundo, o a partir de la derrota de otros dioses más antiguos o de criaturas más primitivas.
Mitos antropogónicos. Aquellos que relatan el origen de la humanidad, ya sea como creación de los dioses, como accidente en sus guerras y enfrentamientos, o como parte de los fenómenos que dieron origen al mundo y a la vida.
Mitos morales. Aquellos que explican a través de un relato el origen del bien y el mal.
Mitos etiológicos. Aquellos que narran el origen de cosas o saberes específicos, como ciertas técnicas, ciertas instituciones, prácticas rituales o conocimientos.
Mitos fundacionales. Aquellos que relatan la creación de ciudades, imperios o capitales de importancia, usualmente como el cumplimiento de un designio divino.
Mitos escatológicos. Aquellos que relatan el futuro de la humanidad o del mundo, por lo general mediante una premonición más o menos simbólica de lo que supondrá su final.
¿Cuál es la función del mito?
Los mitos transmiten a las nuevas generaciones una enseñanza no explícita.
Los mitos tienen la función de dar forma narrativa al modo en que las culturas se comprenden a sí mismas, comprenden el universo y definen lo que está bien y lo que no. Esta forma suele ser amena, fácil de recordar, con una lógica de causa y consecuencia.
Su función, en ese sentido es la de transmitir a las nuevas generaciones una enseñanza no explícita. Por eso, no se parece en nada a un consejo o moraleja, sino que transmite algo mucho más profundo: un conjunto de sentidos, de valores, de relatos y de ritos que forman su sistema cultural.
Propiedades del mito
Según el antropólogo y etnólogo francés Claude Levi-Strauss, los mitos poseen las siguientes propiedades fundamentales:
Tratan de manera narrativa (mediante un relato) las preguntas existenciales de la humanidad: la creación de las cosas, el origen de las tradiciones, la muerte, el destino de la humanidad, etc.
Tienen como tema central conceptos contrarios irreconciliables, por ejemplo: creación-destrucción, vida-muerte, dioses-hombres, bien-mal, y éstos definen los polos filosóficos de la cultura a la que pertenecen.
Brindan una reconciliación de dichos contrarios irreconciliables, para calmar las angustias existenciales de la cultura o brindar un cierto sentido de armonía, justicia o paz, que a menudo conduce a prácticas rituales o religiosas.