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Nos vamos a detener en los endulzantes intensos, ya que son los más potentes y los más usados en la industria. Se denominan intensos ya que con apenas unos miligramos tienen un gran poder edulcorante.
La posible toxicidad de estos endulzantes ha sido siempre muy cuestionada, y aún hoy el debate continúa. Los edulcorantes artificiales más usados y más criticados son: sacarina, ciclamato, aspartame y acesulfame K.
Los ENDULZANTES naturales o nutritivos están presentes en la naturaleza y proporcionan 4 calorías por gramo. Dextrosa, glicerina, jarabe de maíz (fructosa), lactosa (azúcar de la leche), Maltosa, Miel de abeja, Miel de agave, Miel de maple, Melazas (piloncillo), Polioles o azúcares del alcohol (sorbitol, manitol, xylitol), Sacarosa (azúcar de la caña), Fructosa (azúcar de las frutas), Estevia.
Se comportan como azúcares, es decir, incrementan los niveles de glucosa en sangre después de su consumo. El consumo en exceso aumenta de peso, amén de otros efectos adversos, por lo que debieran utilizarse con moderación. Estrictamente no están proscritos en la dieta para diabético, simplemente se deben contar como carbohidrato para ajustar la dosis de insulina antes de su consumo, de otra manera incrementan en forma significativa los niveles de glucosa en sangre (4 mg por gramo).
AZÚCAR DE CAÑA
El más utilizado es el AZÚCAR DE CAÑA (sacarosa).
LA FRUCTOSA
La fructosa gramo a gramo tiene el doble poder endulzante comparado con la sacarosa. El exceso de fructosa en la dieta altera en forma adversa el perfil de lípidos en sangre y no representa ventaja con el uso del azúcar de caña (sacarosa).
ESTEVIA
La estevia se obtiene a partir de un extracto concentrado de las hojas de una planta en Paraguay, aunque ahora se cultiva en varias partes del mundo. El fabricante señala que no se metaboliza y por lo tanto no es calórico. Su poder endulzante es 200 a 300 veces más dulce que la sacarosa.
AZÚCARES DEL ALCOHOL
Los azúcares del alcohol se denominan polioles y proporcionan la mitad de las calorías del azúcar de caña. Se utilizan en la elaboración de algunos caramelos. Cuando se consumen en exceso pueden producir flatulencia y diarrea.