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Educadores Católicos
La Educación y la Formación Integral
Educar la afectividad
Los afectos son imprescindibles para una vida plena. Pero es necesario educarlos para que contribuyan realmente a la felicidad a la persona
Desde muy antiguo se pensó que eran malos aquellos sentimientos que disminuyeran o anularan la libertad. Ésta fue la gran preocupación de la época griega, del pensamiento oriental y de muchas de las religiones antiguas. En todas las grandes tradiciones sapienciales de la humanidad encontramos una advertencia sobre la importancia de educar la libertad del hombre ante sus deseos y sentimientos. Parece como si todas ellas hubieran experimentado, ya desde tiempos muy remotos, que en el interior del corazón del hombre hay fuerzas y solicitaciones contrapuestas que con frecuencia pugnan violentamente entre sí.