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Ayer hubo un torneo de ajedrez en el club. Los mejores del equipo eran Juan y Pedro, los cuales ya habían ganado varios partidos. Sabían jugar muy bien, pensaban cada movimiento, cada jugada.
Como se sabía que estos iban a competir, muchas personas fueron a ver el partido de ajedrez. Algunos querían que gane Juan y otros que gane Pedro.
El partido comenzó a las diez de la mañana.
A Juan le tocó las piezas blancas y a Pedro las negras. Los dos comenzaron a mover los peones para poder mover las piezas que se encontraban detrás de estos.
Al comienzo todo parecía tranquilo, como la mayoría de los partidos de ajedrez. Pero al cabo de diez minutos empezaron a comer las piezas. Juan primero le comió el caballo a Pedro y este luego le comió el alfil. Y así siguieron sacandose las piezas uno a otro. Al cabo de cinco minutos cada uno tenía muy pocas piezas. Estaban en plena batalla, ya los dos comenzaron a tomarse su tiempo para pensar las jugas y movimientos. Era el momento decisivo.
Todos estaban muy ansiosos para ver quién ganaba.
En los últimos minutos del partido los dos tenían tres piezas: la reina, el rey (por supuesto) y Juan tenía una torre y Pedro un caballo.
Pero pasó algo muy interesante en el medio de la batalla: una señora que estaba muy cerca de la mesa donde se encontraba el tablero con las piezas se cayó. Tropezó con algo que estaba en el suelo y ¡pum! cayó sobre la mesa y todas las piezas cayeron al suelo. Los jugadores no se acordaban exactamente donde estaban las piezas, asi que decidieron que los dos eran ganadores, ya que no había mucha diferencia entre ellos. La batalla terminó y todos se fueron muy contentos a su casa. Se dieron la mano y se saludaron mutuamente.
Aclaración: el texto lo inventé yo, si quieres puedes agregar más información o cambiarle alguna palabras.
Si no sabes jugar al ajedrez te digo algo: las piezas son: rey, reina, peon, torre, caballo, alfil.
Como se sabía que estos iban a competir, muchas personas fueron a ver el partido de ajedrez. Algunos querían que gane Juan y otros que gane Pedro.
El partido comenzó a las diez de la mañana.
A Juan le tocó las piezas blancas y a Pedro las negras. Los dos comenzaron a mover los peones para poder mover las piezas que se encontraban detrás de estos.
Al comienzo todo parecía tranquilo, como la mayoría de los partidos de ajedrez. Pero al cabo de diez minutos empezaron a comer las piezas. Juan primero le comió el caballo a Pedro y este luego le comió el alfil. Y así siguieron sacandose las piezas uno a otro. Al cabo de cinco minutos cada uno tenía muy pocas piezas. Estaban en plena batalla, ya los dos comenzaron a tomarse su tiempo para pensar las jugas y movimientos. Era el momento decisivo.
Todos estaban muy ansiosos para ver quién ganaba.
En los últimos minutos del partido los dos tenían tres piezas: la reina, el rey (por supuesto) y Juan tenía una torre y Pedro un caballo.
Pero pasó algo muy interesante en el medio de la batalla: una señora que estaba muy cerca de la mesa donde se encontraba el tablero con las piezas se cayó. Tropezó con algo que estaba en el suelo y ¡pum! cayó sobre la mesa y todas las piezas cayeron al suelo. Los jugadores no se acordaban exactamente donde estaban las piezas, asi que decidieron que los dos eran ganadores, ya que no había mucha diferencia entre ellos. La batalla terminó y todos se fueron muy contentos a su casa. Se dieron la mano y se saludaron mutuamente.
Aclaración: el texto lo inventé yo, si quieres puedes agregar más información o cambiarle alguna palabras.
Si no sabes jugar al ajedrez te digo algo: las piezas son: rey, reina, peon, torre, caballo, alfil.
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