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Hola como estas
Los escritos académicos y científicos deben mantener un mínimo requerido de rigor y sistematicidad, así como unidad y coherencia interna. El llamado “aparato crítico” es lo que permite identificar en un escrito su rigor académico y científico. Pero ¿qué es el aparato crítico? Es el conjunto de referencias documentales sobre el que está fundamentado el escrito académico y científico. En él se puede observar el marco teórico desde el cual se sitúa el tema o problema de investigación, así como los conceptos, categorías, escuelas, corrientes o tradiciones científicas desde los cuales se analiza un determinado objeto de investigación y desde el cual se decanta una determinada interpretación del mismo.
Todos los escritos que pretendan el mínimo de rigor académico y científico deberán contar con un aparato crítico. Inclusive si son escritos sobre investigaciones empíricas o cuantitativas, en donde hay una parte preponderante en la investigación que es descriptiva o demostrativa, es necesario que ésta sea documentada desde una determinada teoría.
Aparentemente, el aparato crítico sería solamente una serie o listado de referencias bibliográficas. En parte es cierto, pero dichas referencias nos indican desde qué determinada tradición conceptual se aborda el problema u objeto de estudio, además nos dan cuenta de que no se trata de un tema de investigación improvisado, sino que existe literatura (científica) que da garantía de que haya conclusiones o aportaciones serias.
En la investigación filosófica, que es teórica y documental, se hace imprescindible el uso del aparato crítico. Éste distingue una investigación filosófica seria, de un ensayo literario o poético, de una prosa refinada y culta. No se trata de suprimir la creatividad u originalidad. Pero en el ámbito de la filosofía, como también en el de cualquier disciplina científica, nadie parte de cero, nadie puede crear alguna idea original, de la nada. Así es que necesitamos fundamentar y documentar nuestras ideas, aportaciones e interpretaciones filosóficas, a partir de lo que otros han dicho ya.
El aparato crítico se estructura siguiendo un modelo o formato de citación, o también adhiriéndose a un sistema de referencias. Actualmente existen varios formatos o sistemas, de entre los que destacan el propuesto por la American Psychological Association, fundada en 1892 (APA), el sistema Harvard, que apareció en los años 50 del siglo pasado en esa universidad, especialmente utilizado en las áreas de Física y Ciencias Naturales y más recientemente empleado en Ciencias Sociales y Humanas (es muy parecido al de APA), y también el MLA (Modern Language Association, fundada en 1883 en Estados Unidos).
De herencia europea tenemos también el llamado “sistema tradicional” o “cita-nota” , a veces también llamado “humanístico”, apoyado en la “Norma internacional de descripción bibliográfia ISO” (International Standard Organization -ISO-, fundada en 1947 con sede en Suiza). Este último sistema es el que regularmente se emplea en filosofía, aunque en Europa se están adoptando cada vez más los sistemas APA, MLA o Harvard, incluso la combinación de estos con el “tradicional”.
A continuación les comparto la liga para analizar el texto de la profesora Gemma Muñoz-Alonso López, de la Universidad Complutense de Madrid (publicado por la Revista de Investigación Bibliotecológica de la UNAM), que nos hace una comparación de los sistemas o formatos más comunes, al tiempo que nos ofrece ejemplos sumamente ilustrativos y útiles sobre cómo emplear, en los diferentes casos, ambos sistemas o formatos de referencias.
Espero y te allá ayudado:)
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