Qué importancia tuvo para la consolidación de los estados nacionales la afirmación de la soberania tanto en las fronteras exteriores como en las interiores
Respuestas
Respuesta:
Las sociedades occidentales sufrieron una serie de transformaciones en las formas de producir los bienes, el modo de ejercer la autoridad estatal y en las ideologías económicas y políticas. Estos cambios, dieron lugar a una etapa que los historiadores denominan “modernidad”, un cambio profundo en el orden político, económico y social de los países, caracterizado por la expansión del capitalismo y el desarrollo de los Estados Nacionales. En América Latina, la construcción de la “modernidad” adquirió una dimensión propia y singular, de acuerdo con las condiciones internas de los países y también con la forma en la que éstos se relacionaron con el mercado internacional. Hacia mediados del siglo XIX, comenzaron a perfilarse las características del nuevo orden americano, que determinaron: El desarrollo de las formas capitalistas de producción, como las que ya se imponían en algunos países europeos. La construcción de Estados Nacionales y el desarrollo de formas republicanas de gobierno Procesos que determinaron la construcción de un nuevo orden social en América Latina A lo largo de todo el periodo de dominación colonial, el territorio latinoamericano se organizó de acuerdo a las formas impuestas por las metrópolis. Los movimientos revolucionarios que buscaron la independencia frente a España, constituyeron el punto de partida para la conformación de un nuevo orden social, económico y político en América Latina, que se consolidó luego de un largo proceso caracterizado por el conflicto y la lucha de intereses entre sectores sociales opuestos. En efecto, al mismo tiempo que se libraron las guerras por la independencia, estallaron conflictos entre diferentes grupos sociales que pugnaron por controlar la nueva situación e imponer sus ideas acerca de cómo debía ser organizado el espacio socio-político, una vez librado del yugo colonial. Estas luchas y rivalidades internas continuaron durante mucho tiempo después de la expulsión definitiva de los españoles del territorio americano en 1824. Para comprender los cambios económicos, políticos y sociales que se sucedieron, partiremos de la situación en la que se encontraba Latinoamérica después de la independencia:
2. 2 Las condiciones económicas eran precarias y las formas de producción estaban poco desarrolladas. A su vez, las diferentes regiones que componían los países presentaban una escasa integración entre sí. Las nuevas autoridades se enfrentaron con serias dificultades para gobernar territorios tan extensos y tan poco articulados, sumados estos a los problemas ocasionados por la precariedad de los medios de comunicación y transporte. En la mayoría de los casos el gobierno central fue inexistente durante largos periodos. Este vacío del Estado fue ocupado por personalismos. Es la época de los “caudillos”, generalmente grandes hacendados que no vacilaban en hacer uso de la fuerza que les confería su posición económica y social para intervenir en las disputas entre conservadores y liberales, entre centralistas y federalistas. Así las luchas internas eran en realidad enfrentamientos entre caudillos y sus clientelas, que buscaban alzarse con el poder político para utilizarlo en su propio beneficio. La inestabilidad política fue permanente. La extensión de los espacios territoriales y los límites entre los nuevos países eran difusos y fuente de numerosos conflictos. En la mayoría de los países del continente, en la segunda mitad del siglo XIX esta situación comenzó a cambiar a partir de un proceso gradual de centralización del poder y de la expansión de las formas capitalistas de organización social y económica, ligadas a la inserción al mercado externo. El resultado fue la conformación de los Estados Nacionales, donde el poder central regulaba las relaciones entre los individuos y facilitaba el funcionamiento de los mercados. A diferencia de los Estados europeos, que en su mayoría eran monárquicos, los países latinoamericanos tendieron a organizarse bajo gobiernos republicanos, donde la soberanía residía en el pueblo, quien era el encargado de elegir a sus gobernantes o representantes. Aunque hubo corrientes partidarias de instaurar monarquías y en México incluso se llegó a ensayar un imperio.
Explicación:
Espero sea de ayuda