Cuéntenos como ha sido su experiencia en el sistema educativo
Respuestas
Respuesta:
Iniciamos el camino reconociendo que durante la década de los ochenta el alumno, a pesar de ser el protagonista del proceso de enseñanza aprendizaje, era un sujeto desconocido y que poco se sabía de éste. En ese tiempo predominaban los estudios de tipo cuantitativo que enfocaban los alumnos y estudiantes como parte de la matrícula o de la población estudiantil, o bien, que derivaban en perfiles de muy distinto tipo. Eran muy frecuentes los estudios de tipo psicológico, especialmente los que se centraban en procesos de aprendizaje (Carvajal, Spitzer, Guzmán y Zorrilla, 1996).
En el transcurso de la década de los noventa acudimos a un incremento gradual en el interés, por parte de los investigadores, para analizar temáticas referidas a los alumnos y estudiantes así como su ubicación en las escuelas (Guzmán y Saucedo, 2005). Alertamos sobre la necesidad de considerarlos como sujetos y como unidad de análisis en sí misma, no como población ni como conglomerado para estudiar otros procesos educativos, ni desde la mirada adultocéntrica. Nuestra propuesta fue que nos acercáramos a ellos para comprender sus maneras de vivir la escuela, de participar en ella, de dotarla de sentidos, de modo que se les tomara en cuenta no solo a partir de los datos que podían ser de utilidad para los encargados de diseñar planes y programas educativos (Guzmán y Saucedo, 2007).
Explicación:
Durante el periodo 2002-2012, las investigaciones dieron cuenta de la heterogeneidad y de nuevas maneras de ser estudiantes: la entrada cada vez más frecuente de indígenas a la universidad, los de primera generación, los foráneos, los trabajadores; el desdibujamiento simbólico entre rurales y urbanos, la permanencia de estudiantes madres en ciclos educativos superiores, entre otros. Los procesos de internacionalización estuvieron presentes a través de trabajos sobre las experiencias de movilidad. El tema de las transiciones entre niveles y al interior de cada nivel fue también una preocupación de diversas investigaciones. En este periodo se amplió el enfoque al abordar a los alumnos como adolescentes y a los estudiantes como jóvenes, a partir de sus preferencias y manifestaciones culturales en la escuela. Incluso se perdió de vista, o no se analizaron con suficiencia, las experiencias de los jóvenes estudiantes en torno a cuestiones académicas. Fue notoria la gran cantidad de investigaciones sobre violencia escolar, de modo que, en sentido estricto, no se consideraron las experiencias de los estudiantes en torno a la escuela, sino a dicha violencia.