Respuestas
Respuesta:
De acuerdo con los psicólogos infantiles, es a través de los dibujos que los niños expresan sus emociones, sentimientos, estados de ánimo y deseos. Por eso, para los adultos se convierten en el mejor vehículo para acercarse a los pequeños y conocer la forma en la que perciben y representan el mundo. Además, muchas veces, los dibujos pueden llegar a reflejar el progreso de los niños en aspectos como la motricidad fina, el desarrollo cognitivo, social y emocional a través de la forma en la que realizan sus trazos sobre el papel, la mayor o menor presencia de figuras, detalles y elementos, la utilización de muchos o pocos colores y las temáticas o referencias a las que hacen alusión.
Temas relacionados
CASTIGO MAR 25
Correazos y castigo físico a menores quedan prohibidos en el país
PAREJAS FEB 27
Parejas que no quieren tener hijos y se han vuelto virales
De acuerdo con los psicólogos infantiles, es a través de los dibujos que los niños expresan sus emociones, sentimientos, estados de ánimo y deseos. Por eso, para los adultos se convierten en el mejor vehículo para acercarse a los pequeños y conocer la forma en la que perciben y representan el mundo.
No se trata de que los padres se conviertan en psicólogos sino de que aprendan a identificar algunos aspectos que podrían ser señales relevantes para consultar siempre a un experto
Explicación:
Uno de los elementos a los que se le debe prestar más atención es a la forma en la que el niño realiza el trazo, es decir, la presión ejercida sobre la hoja y la precisión de las formas dibujadas. Los niños, en general, adquieren mayor seguridad en el agarre del lápiz hacia los tres años, pasando del garabateo a una forma de dibujo más controlada.
No obstante, si pasada esta etapa el trazo continua siendo demasiado débil, suave o intermitente, esto podría ser, según Isabel Cristina Bettin, psicóloga educativa, un indicador de que el niño puede estar presentando un tono muscular bajo o alguna dificultad motora que le impide ejercer fuerza al dibujar o le genera cansancio.
Ahora bien, Óscar Díaz, psicólogo y epidemiólogo, señala que si un niño pasa repentinamente de utilizar trazos con mayor presión a trazos más suaves, esto podría ser indicativo de algún cambio en su estado emocional como tristeza, inhibición o desesperanza; en cambio, si un niño empieza a ejercer presión excesiva, raya fuerte, retiñe, hace tachones o incluso, rasga la hoja con el lápiz o el color, esto podría indicar algún grado de ansiedad, rabia o estrés. En estos casos se debe hacer un seguimiento para comprobar si la conducta se repite y determinar una consulta con un especialista.