Respuestas
El embarazo es una experiencia muy especial con la que traerás al mundo una nueva y pequeña vida. Los momentos vividos durante esos nueve meses se convertirán en recuerdos que te acompañarán siempre y en los que aun pensarás cuando tu pequeño ya no sea un niño.
Hinchazón. Los cambios hormonales durante el comienzo del embarazo pueden hacer que te sientas hinchada, de manera similar a como se sentiría al comienzo de un período menstrual. Manchado leve. Algunas veces, una pequeña cantidad de manchas leves es uno de los signos del embarazo.
Durante la gestación, la labilidad emocional aumenta debido a los cambios hormonales. Son frecuentes los cambios de humor y que pases bruscamente de la alegría al llanto, o de la euforia al mal humor. Estos síntomas se acentúan si además se unen a molestias físicas importantes como náuseas, vómitos, dolor de espalda.
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Explicación:
En el momento en que la adolescente se dio cuenta de su estado de embarazo emergieron en ella sentimientos diversos, tales como: miedo, tristeza, dolor, sufrimiento, culpa, vergüenza, decepción, frustración y baja autoestima. Estos hallazgos confirman lo manifestado por Ulibarrie (17), quien refiere que la maternidad no programada frecuentemente genera tensión, dado que la capacidad biológica y psicológica de la joven se ve fuertemente exigida, agudizándose más si ha sido rechazada por su familia y abandonada por su compañero sentimental. La respuesta a esta tensión puede producir desesperación, miedo, dolor, culpa, rabia, pena, angustia y podría incluso llegar a estados depresivos.
Las jóvenes experimentaron miedo al enfrentar una realidad difícil de aceptar y al no saber cómo darla a conocer a sus padres y demás personas importantes para ella; algunas tienen percepciones subjetivas de que sus padres las pueden rechazar o agredir al enterarse del embarazo, lo cual se ilustra con los siguientes comentarios:
"Cuando el resultado me salió positivo a mí me dio un shock, que duré tres a cuatro días que no podía hablar; sentía que me tragaba la tierra, imagínate, mi mamá llorando en la casa, mejor dicho, la única hija menor y tan jovencita; entonces yo me sentía mal, quería que no fuera real, sino que fuera un sueño". "Yo tenía mucho susto, tenía miedo de contarle a mi mamá, porque pensé que me iba a echar de la casa; yo aparentaba estar bien para que mi mamá no se diera cuenta". "Me sentí asustada porque no sabía cómo decírselo a mi mamá, pero no se lo dije a ella, sino a mi papá". "Pensaba mucho en la reacción de mis padres, no sabía cómo decirles esto, yo no les comenté nada porque sentí miedo, pensaba que no me iban a apoyar, que me iban a echar de la casa, pero no fue así". "Lo primero que yo pensé fue en irme de la casa sin contarle nada a mis papás, para no darles otra carga".
Estos miedos surgen cuando la joven es consciente de las implicaciones que su estado le puede acarrear en el ámbito familiar; siente que ha sido descubierta y que todos se van a dar cuenta de su situación, producto de su comportamiento, de las cosas que hizo a escondidas y que ya no puede ocultar, miedo a defraudar a sus padres, a causarles dolor y, lo más importante, miedo a perder el amor y apoyo de ellos.
Los sentimientos de tristeza surgen cuando perciben el embarazo como un obstáculo para cumplir con sus expectativas y las de sus padres, unidos a la percepción de soledad y abandono, que les produce inseguridad para enfrentar una situación que es nueva para ellas, al sentir que han decepcionado a sus padres y han perdido la confianza que ellos les habían depositado. Ejemplos de esta percepción:
"Me puse a llorar porque traicioné a mi mamá, tantos consejos que ella me dio y nada". "Cuando mi papá se lo contó a mi mamá, ella me regañó, me dijo que había violado la confianza que había depositado en mí". "Duró dos semanas brava conmigo, que no me hablaba". "Yo [me la] pasaba llorando cada rato pensando en mi mamá, pensando en mi familia". "Me puse muy triste, porque se me acabaron todas las oportunidades que tenía, porque el sueño mío era terminar mi bachillerato e iniciar una carrera".
También puede vivenciarse cuando la joven enfrenta varias pérdidas, como la de su niñez, de su inocencia, de sus antiguos amigos, de las actividades que realizaba como adolescente:
"Cuando supe que estaba embarazada yo lloré y me dio tristeza, me sentía sola". "Me hablan solo tres compañeras del salón y dos compañeros, los demás me cogieron rabia, en el colegio hago grupo solo con ellos y a veces me toca trabajar solita". "Ellos no gustan de mí porque salí así". "Yo me he acercado al grupo con quien andaba, pero ellos me rechazan, se quitan de mi lado, nada más se queda una sola compañera, que es mi mejor amiga, las otras se pusieron hasta bravas con ella, porque no querían que ninguno de mis compañeros me hablara". "Para unas fue [algo que estuvo] mal, porque como nosotras siempre habíamos andado juntas desde sexto ellas como que pensaron que yo ya no podía andar para arriba y para abajo con ellas, pero hubo otras que sí me apoyaron y me dieron buenos consejos, no como las otras, que me decían que lo botara, que no lo tuviera, que me iba era a amarrar"