Respuestas
Respuesta:
1 – Responsabilidad
Asumir la responsabilidad es algo de lo que hemos hablado mucho en este blog. Se trata de no limitarse a realizar una tarea, sino de considerar todas sus implicaciones en el proyecto y hacerla de manera que optimicemos los resultados en cuanto a tiempo y dinero.
2 – Iniciativa
Ser proactivo significa realizar actividades aunque no sean tu responsabilidad directa y pensar por adelantado en los riesgos y consecuencias de las actividades del proyecto. Pensar “out of the box” y proponer nuevas ideas o mejoras es también parte de esta actitud.
3 – Flexibilidad
Esta actitud supone ser flexible en cuanto a horarios (si el proyecto o la empresa lo necesita de manera esporádica), pero también en cuanto al trabajo que realizamos. Estar abierto a tareas que no son necesariamente las asociadas a nuestro puesto de trabajo nos aporta valor como trabajadores.
4 – Puntualidad
Tanto a la hora de comenzar las reuniones, acudir a citas o entregar documentos y tareas la puntualidad nos ahorrará discusiones, hará que no seamos los culpables de retrasos en el proyecto y sobre todo servirá para que nuestros compañeros no pierdan el tiempo.
5 – Coherencia
Hablar en consonancia con lo que piensas y actuar en consonancia con lo que dices hará que seas visto como una persona en la que se puede confiar, y a la que confiar la responsabilidad. Esta es una parte esencial de los principios y valores en la Gestión de Proyectos.
6 – Actitud positiva
Cualquier equipo trabaja mejor con personas que ven el lado positivo de las cosas y no se concentran en problemas sino en soluciones. Este tipo de personas contribuyen a crear un buen ambiente de trabajo que favorece la comunicación y la productividad.
Explicación:
7 – Ser agradecido
Dar las gracias es una actitud que ayuda a mejorar el clima de trabajo. Muchas veces las gracias es la mejor manera de corresponder a un trabajo bien hecho.
8 – Trabajar en equipo
Esto requiere de una actitud abierta a relacionarnos con otras personas, a entender sus motivaciones, sus inquietudes, a aprender idiomas y diferencias culturales, etc. Afrontar con energía y optimismo el trabajo en grupo es una actitud clave en la gestión de proyectos.
9 – Aprendizaje
Se dice que hoy en día cada año un 10% de nuestros conocimientos quedan obsoletos. Según esta estimación, en 10 años nuestros conocimientos actuales serán completamente anticuados. Es por eso que es importantísimo no perder nuestro interés por formarnos continuamente y por aprender nuevas herramientas y procesos. Lee aquí más sobre el aprendizaje 70/20/10.
10 – Creatividad
La creatividad es en parte una cualidad, pero también es sin duda una actitud. Si tenemos la actitud de pensar continuamente en cómo ayudar a nuestra empresa a mejorar sus resultados, entonces a buen seguro se nos ocurrirán ideas que aporten valor. Aquí tienes seis consejos para aumentar tu creatividad.
11 – Concentración
Supone dejar de lado el teléfono móvil, el correo electrónico e internet y realizar nuestro trabajo al cien por cien. No distraernos continuamente es una actitud positiva ante nuestra empresa y nuestro puesto de trabajo que, cada vez más, marca la diferencia.
12 – Profesionalidad
La profesionalidad es en cierta manera una suma de todas las actitudes anteriores, pero también incorpora el respecto hacia tus compañeros, suministradores y clientes. Actuar anteponiendo los intereses de la empresa a los propios y dejar de lado el orgullo y el ego en nuestras discusiones profesionales son otra parte importantísima de esta actitud.