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En semanas recientes hemos visto un despliegue de fuerzas conservadoras que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo en el país, así como a la posibilidad de que estas parejas adopten. Me gustaría abordar cuatro errores básicos que comete el FNF.
1. La homosexualidad no es una enfermedad
Estas fuerzas conservadoras parten de un error: creer que la homosexualidad es una enfermedad. No lo es. Tanto la Asociación Americana de Psiquiatría, como la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología llevan décadas sosteniéndolo: la homosexualidad no es una enfermedad. Hasta la UNAM lo confirmó cuando la Suprema Corte resolvió el primer –sí, porque hay más de 15– caso sobre matrimonio y adopción.
El matrimonio no es para la reproducción
Cuando no están argumentando que la homosexualidad es, per se, una enfermedad, afirman que las personas LGBT no deben, de cualquier forma, tener acceso al matrimonio. ¿Por qué? Porque las parejas del mismo sexo no se pueden reproducir entre sí. Evocan a Adán y Eva y hablan de tuercas y tornillos para hacernos creer que es una mera cuestión de “idoneidad”: solo un hombre y un mujer “embonan”, por lo que solo una pareja así se puede reproducir, por lo que solo una pareja así se debe poder casar.
La orientación sexual no está relacionada con la calidad parental
Pero claro: la cosa no acaba ahí. Si conceden el punto de matrimonio, luego alegan: “va, que se casen, que hagan de su vida un papalote. Pero, ¿qué de los niños? ¡Piensen en los niños!” Cuando no argumentan que las personas LGBT son, per se, enfermas, como quiera sostienen que, de adoptar, le generarían un daño a los niños y niñas. Pero esto también es falso. Vayamos por partes.
Primero: dicen que “los homosexuales” van a “convertir” a los niños. ¡Se harán gay! Y no. La orientación sexual de los padres no tiene el impacto que se imaginan que tiene en los hijos. Puedes tener padres heterosexuales, casados por la Iglesia y ser gay (como yo). Puedes ser heterosexual y tener mamás lesbianas. No hay una correlación. Hecho que también ha sido confirmado por diversos estudios.
. La discriminación se combate, no se solapa
Y luego, cuando ya no les queda de otra, argumentan que qué de la discriminación social que pueden vivir estos niños y niñas. ¿Ellos qué culpa tienen de que el mundo es cruel?
Vamos a suponer que esto es cierto: que los niños y niñas van a enfrentar bullying en la escuela. ¿Saben cómo se resuelve eso? Combatiendo la discriminación; no negándoles a las familias el derecho que tienen a estar juntas. Hacer lo segundo implica solapar la discriminación cuando el mandato es clarísimo. Hasta la misma Convención sobre los Derechos del Niño lo garantiza: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas
ʕ•̫͡•ʔ❤️ espero te sirva , hasta luego ❤️ʕ•̫͡•ʔ