el nitrógeno, oxigeno, dióxido de carbono, vapor de agua, y argón ¿ cual de estos son elementos o compuestos?
Respuestas
Respuesta:
Entre las sustancias que componen el aire, la más común es el nitrógeno. Alcanza más del 70% de la mezcla, lo sigue el oxígeno, el vapor de agua y otros menos abundantes (ozono, dióxido de carbono e hidrógeno
Explicación:
El aire que respiramos, como parte de nuestras necesidades vitales, es una combinación invisible de gases, principalmente nitrógeno y oxígeno y que carece de olor y de sabor. Pero además de conocer lo que es el aire y su composición, debemos ser conscientes de la importancia de la calidad del aire que respiramos, ya que de ello dependerá nuestra salud y en definitiva nuestra calidad de vida.
No debemos olvidar que, en el aire que respiramos, cumplen un rol fundamental las plantas y los árboles ya que, mediante la fotosíntesis, absorben el dióxido de carbono para liberar el oxígeno necesario para la respiración de los seres vivos.
Pero ¿sabemos qué contiene el aire que respiramos?
El aire que respiramos se compone de una mezcla de nitrógeno y oxígeno, el más importante para los seres vivos, pero también contiene gases nobles como el argón, neón, criptón o helio además de dióxido de carbono y vapor de agua.
De ellos, incluso podríamos diferenciar entre los gases que son inhalados en el proceso respiratorio como el nitrógeno, el oxígeno y algunos gases nobles como el argón, de aquellos que son expulsados al respirar o exhalar el aire, como el dióxido de carbono.
Además, y debido a la contaminación atmosférica y la contaminación generada por la actividad humana, el aire que respiramos contiene una serie de contaminantes como:
Ozono: proviene de otros contaminantes denominados “precursores” y que son producidos por el tráfico, la industria o los sistemas de climatización. Estos contaminantes precursores se transforman en ozono, en presencia de radiación solar.
Monóxido de carbono: es un gas sin olor ni color, pero muy contaminante y perjudicial para la salud. El CO se encuentra en el humo de la combustión de automóviles, estufas, cocinas de gas y aparatos de calefacción. Puede llegar a acumularse en estancias con una circulación de aire deficiente.
Plomo: está presente en el aire, en forma de partículas finas, en las zonas urbanas. Su origen puede ser diverso; desde pilas o baterías hasta residuos industriales e incluso puede estar presente en el humo del tabaco.
Partículas en suspensión (o material particulado): son una serie de diminutos cuerpos sólidos o de gotitas de líquidos dispersos en la atmósfera. Son generadas a partir de la actividad humana, como la quema de carbón para producir electricidad) o por medios naturales, como por ejemplo la actividad volcánica.
Arsénico: es una sustancia tóxica liberada tanto por ciertas actividades humanas como de forma natural por la corteza terrestre.
Asbestos: también llamado amianto es el nombre de un grupo de minerales fibrosos que están presentes en la naturaleza y son resistentes al calor y la corrosión. La inhalación de estas fibras de asbesto, que pueden quedar fijadas en los pulmones, produce importantes problemas de salud.
Benceno: es uno de los productos químicos más utilizados ya que se emplea en la elaboración de resinas, plásticos, lubricantes, gomas, detergentes… incluso para producir pesticidas y ciertos medicamentos. También puede tener origen natural, por ejemplo, en el petróleo crudo y en incendios forestales. El humo del tabaco y la gasolina, también contienen benceno.
Metano: es un gas de efecto invernadero cuyas principales fuentes de emisión son los combustibles fósiles, las explotaciones agropecuarias (se produce en el sistema digestivo de los rumiantes), y los vertederos.
Dióxido de azufre: Es un gas que se origina sobre todo durante la combustión de carburantes fósiles principalmente carbón y derivados del petróleo.