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Según sondeos de opinión, más del 50 % de los rusos y de los estadounidenses opinan que Rusia y EEUU avanzan hacia una nueva edición de la Guerra Fría, pero mencionan causas diversas.
Mientras los rusos han cambiado su actitud hacia EEUU (positiva, a rasgos generales) después de las filtraciones de Snowden y su petición de asilo en Rusia, los estadounidenses han empezado a percibir a Rusia con una mayor animadversión después de que Moscú le impidiera a Washington lanzar un ataque contra Siria. La euforia, derivada de la caída del telón de acero se acabó, hacen constar los expertos.
Últimamente, el número de quienes opinan que entre Moscú y Washington podría estallar una nueva Guerra Fría ha crecido en Rusia en un 9 %.
Según el centro ruso de sondeo de opinión VTSIOM, un 46 % de los encuestados admiten tal posibilidad. Son aún más impresionantes los resultados del análisis de los medios sociales (foros, blogs, diarios). La agencia Redes Sociales afirma que un 80 % de los internautas políticamente activos sostiene que una Guerra Fría con EEUU es muy probable o incluso ya está en marcha.
Hay que señalar que prácticamente no ha cambiado el número de quienes mantienen una actitud positiva hacia EEUU. Esto significa que los indecisos han definido sus posturas. Y su opinión no es a favor de EEUU, ni mucho menos, comenta Olga Kamenchuk, colaboradora del VTSIOM:
–Estos últimos tiempos, entre Rusia y EEUU han aflorado las discrepancias. Valgan como ejemplo el caso Snowden y las armas químicas de Siria. Por supuesto, esto no ha inculcado un gran optimismo a las apreciaciones de las relaciones bilaterales. En relación con el caso Snowden, la mayoría de los rusos han expresado que la postura del Kremlin empeoraría las relaciones con EEUU, pero tan solo el 15 % se opuso a la concesión del asilo político al exagente de la CIA. Lo mismo se observa en relación con Siria. Los rusos propugnan una actitud independiente de su país, pese a ser conscientes de que esto complicará las relaciones con EEUU.
Algo parecido se observa en EEUU. Según los datos de la agencia de estudios sociales Gallup, por primera vez, desde la parte de quienes ven en Rusia un país enemigo ha superado a la de sus simpatizantes. La diferencia estriba en que mientras los rusos han cambiado de actitud hacia EEUU después de que Edward Snowden denunciara el espionaje electrónico practicado por su país, los estadounidenses han empezado a sentir animadversión hacia Rusia después de que el Kremlin aportó una sensible contribución al arreglo de la crisis siria.
Hablando en rigor, no se trata de simpatías o antipatías personales de ciudadanos de a pie. En ambos países hay grupos que promueven una determinada política. Cuando el tiro les sale por la culata, recurren a un moldeo masivo de cerebros con ayuda de los medios de comunicación social, dice Kiril Benedíktov, colaborador del sitio Terra America:
–En EEUU existe el denominado partido de la guerra, mientras que en Rusia hay un grupo de personas reacia a depender de los países occidentales, deseosa de acabar con el control internacional sobre la economía rusa. Realmente, estos roces pueden ser una premisa para una nueva Guerra Fría. Y mientras no haya expirado el segundo mandato de Obama, hablamos solo de premisas. Pero en caso de que llegue al poder un presidente republicano más proclive a la confrontación con Rusia, estas semillas no tardarán mucho en brotar. Entonces, bien podríamos vernos en una situación parecida a los años 60-70 del siglo pasado.
Dicho en otras palabras, se está desvaneciendo la euforia de los años noventa que había empezado en las relaciones ruso-estadounidenses tras la caída del telón de acero, el colapso de la URSS y la firma del Tratado de Limitación de los Armamentos Estratégicos (STARTI), promoviéndose a primer planos los enfoques contrapuestos de un justo ordenamiento mundial.
A los ciudadanos de ambos países no les pasó desapercibido que al estrecharse las manos los mandatarios sus caras ya no reflejan tanta alegría. Pero para promover una causa común, ellos no tienen que ser amigos o profesar simpatías recíprocas. Sería suficiente con mantener unas relaciones honestas de asociación. Por eso incluso aquellos rusos que hablan de su desilusión hacia EEUU, destacan que solo promoviendo la cooperación lograremos combatir con eficacia el terrorismo y dar solución a otros problemas globales.