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Luego de investigaciones en las cordilleras oceánicas y retomando las ideas del científico alemán Alfred Wegener, apareció la teoría de la tectónica de placas. Esta sostiene que la parte superior de la Tierra (litosfera) está formada por bloques denominados placas, y pueden ser continentales u oceánicas. Las placas se mueven entre sí sobre una capa de rocas más blanda y viscosa (astenosfera), por efecto de corrientes de convección que se originan en el interior de la Tierra.
Debido a que las corrientes en la astenosfera poseen diferentes características, la forma de interacción entre placas varía, dependiendo del tipo de corteza en sus límites y de su movimiento. De acuerdo a lo anterior, se generan los siguientes fenómenos:
La deriva hacia el oeste de América, según Wegener, comprimió los sedimentos que se habían acumulado en el borde Pacífico del continente determinando la formación de cadenas montañosas como las Rocosas y los Andes.
• Separación o zonas de abducción: el material magmático sale y se extiende sobre el fondo marino, donde se enfría y solidifica. Se forma un nuevo suelo en ambas direcciones, lo que provoca que las placas se alejen de las dorsales.
• Acercamiento o zonas de subducción: ocurre cuando una placa se hunde debajo de otra. La placa que se sumerge se transforma hasta fundirse en el interior de la Tierra. Son áreas de intensa actividad volcánica y sísmica.
• Desplazamientos laterales: se produce un movimiento relativo entre dos placas con rozamiento en la falla. Estas pueden situarse tanto en la litosfera oceánica como en la continental. Un ejemplo de este tipo es la falla de San Andrés, que separa la placa de Norteamérica de la del Pacífico. El roce que se produce entre las placas provocan actividad sísmica.
Este paisaje se halla modelado por numerosas franjas en terrenos formados por material de origen sedimentario.
Los agentes del modelado
El proceso del modelado del relieve incluye tres procesos geológicos: meteorización, transporte y sedimentación.
La denudación (proceso de degradación de la superficie terrestre) contempla dos fenómenos: la meteorización y la erosión. La principal diferencia entre ambos radica en que la meteorización solo desintegra y descompone las rocas; mientras que la erosión, además de desmenuzarlas, las transporta y las deposita.