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Durante el imperio islámico y según el Islam, la estructura política y social de líderes de una sociedad musulmana es de la siguiente manera:
El territorio conquistado se va a organizar en función de la ley coránica, por ello el líder de la comunidad de creyentes es el Califa, que une el poder político y el religioso, este tipo de posiciones han tenido precedentes como los ensi en Sumeria.
Ya que gobernar un territorio tan extenso es imposible para una persona, el califa cuenta con la ayuda de diferentes grupos de personas, estos son consejeros o ministros que le brindan sus conocimientos en economía, justicia, etc, estos son los vísires.
La división territorial ocasionó que el poder estuviese dividido en forma de provincias, cada una de ellas con un líder propio que era su gobernador, conocido con el nombre de valí o emir, de allí viene el nombre de las provincias como emiratos.
La justicia era aplicada por funcionarios, que se guiaban por la ley impuesta por el Corán, estos funcionarios eran los cadíes.
Existían casos donde habían dudas con respecto a la ley, en situaciones particulares, o algo parecido a lo que serían juicios en la actualidad. La figura de ulema era utilizada, estos son estudiosos del Corán y de la tradición islámica.
De esta forma, el califa organiza la administración provincial y central. En esta época, la religión determina muchos aspectos de la vida cotidiana y también el grupo social al que se pertenece. Por ello la sociedad está altamente cargada de un factor religioso, el cual limita los puestos de la administración y la obligación del pago de más o menos impuestos.
La sociedad se configuraba con los árabes y sirios en grandes posiciones, los bereberes eran pequeños señores, los muladies (cristianos), otras religiones (judíos, mozárabes) y finalmente los esclavos.
El territorio conquistado se va a organizar en función de la ley coránica, por ello el líder de la comunidad de creyentes es el Califa, que une el poder político y el religioso, este tipo de posiciones han tenido precedentes como los ensi en Sumeria.
Ya que gobernar un territorio tan extenso es imposible para una persona, el califa cuenta con la ayuda de diferentes grupos de personas, estos son consejeros o ministros que le brindan sus conocimientos en economía, justicia, etc, estos son los vísires.
La división territorial ocasionó que el poder estuviese dividido en forma de provincias, cada una de ellas con un líder propio que era su gobernador, conocido con el nombre de valí o emir, de allí viene el nombre de las provincias como emiratos.
La justicia era aplicada por funcionarios, que se guiaban por la ley impuesta por el Corán, estos funcionarios eran los cadíes.
Existían casos donde habían dudas con respecto a la ley, en situaciones particulares, o algo parecido a lo que serían juicios en la actualidad. La figura de ulema era utilizada, estos son estudiosos del Corán y de la tradición islámica.
De esta forma, el califa organiza la administración provincial y central. En esta época, la religión determina muchos aspectos de la vida cotidiana y también el grupo social al que se pertenece. Por ello la sociedad está altamente cargada de un factor religioso, el cual limita los puestos de la administración y la obligación del pago de más o menos impuestos.
La sociedad se configuraba con los árabes y sirios en grandes posiciones, los bereberes eran pequeños señores, los muladies (cristianos), otras religiones (judíos, mozárabes) y finalmente los esclavos.
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