Respuestas
Respuesta:
El conocimiento de la naturaleza y propósito de la iglesia es notable en el apóstol Pablo. Insuperable en riqueza de conceptos y profundidad, como también en experiencia práctica, el apóstol vuelca en una de sus últimas epístolas, la de los Efesios, toda esta riqueza en el marco de un amor intenso y desbordante de gozo. Fue escrita, al parecer, durante su prisión domiciliaria en Roma mencionada en Hechos 28:30
A fin de resaltar y ver más nítidamente los conceptos del apóstol, trabajaremos sobre el texto mismo de la epístola. En la tabla que sigue, hemos copiado, en la columna de la izquierda, el texto completo de la epístola. Subrayaremos las declaraciones importantes. Al mismo tiempo, en la columna de la derecha, iremos escribiendo notas breves al respecto. Al final de la epístola, reuniremos los conceptos anotados y los pondremos en orden lógico.
Esta presentación no es un artículo, sino una demostración práctica de cómo puedes proceder para estudiar a fondo un pasaje bíblico
Explicación:
dame coronita plis
Respuesta: concluimos hoy nuestros encuentros con el apóstol Pablo, dedicándole una última reflexión. No podemos despedirnos de él sin tomar en cuenta uno de los elementos decisivos de su actividad y uno de los temas más importantes de su pensamiento:
la realidad de la Iglesia. Tenemos que constatar, ante todo, que su primer contacto con la persona de Jesús tuvo lugar a través del testimonio de la comunidad cristiana de Jerusalén. Fue un contacto borrascoso. Al conocer al nuevo grupo de creyentes, se convirtió inmediatamente en su fiero perseguidor. Lo reconoce él mismo en tres ocasiones en otras tantas cartas: «he perseguido a la Iglesia de Dios», escribe (1 Corintios 15,9; Gálatas 1,13; Filipenses 3,6), presentando este comportamiento como el peor crimen. ¡La historia nos demuestra que se llega normalmente a Jesús pasando a través de la Iglesia! En cierto sentido, es lo que también le sucedió --como decíamos-- a Pablo, quien encontró a la Iglesia antes de encontrar a Jesús. Ahora bien, en su caso, este contacto fue contraproducente: no provocó la adhesión, sino más bien una repulsión violenta.