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La mujer, de 58 años, fue asesinada el pasado martes 6 de septiembre en zona rural del municipio de Corinto, en el norte del departamento del Cauca.
Era propietaria de un predio de 72 hectáreas en la vereda La Cominera, que funcionará como punto transitorio de normalización de miembros de las Farc, en desarrollo de los acuerdos entre esa guerrilla y el Gobierno Nacional.
Fue integrante de la Asociación de Trabajadores Campesinos de la Zona de Reserva del municipio de Corinto (Astrazonac), de la Federacion Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro), del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano (Pupsoc) y del movimiento Marcha Patriótica.
Su cadáver fue trasladado desde el norte del Cauca hasta Medicina Legal en Cali para pruebas forenses. El director de Medicina Legal, Carlos Valdés, afirmó que se estableció que Coicué tenía más de 22 heridas con arma corto-contundente en la cabeza. Descartó que hubiera sido sometida a tortura o violencia sexual.
El Gobierno Nacional ofrece 30 millones de pesos como recompensa por información que permita establecer las causas del crimen y dar con los autores. Las autoridades tratan de establecer si el homicidio se relaciona con una disputa por la toma de agua de una quebrada.
De acuerdo con información recopilada por las autoridades con allegados de la víctima, el martes 6 de estaba en su casa y hacia las 9:00 de la mañana salió para ir al nacimiento de agua desde donde se conectaba una manguera para establecer por qué el agua no tenía suficiente presión.
No regresó y en la mañana del miércoles llegó un hijo que preguntó por su mamá y se dirigió al nacimiento de agua. Hacia 5:30 de la tarde fue hallado su cadáver, con múltiples heridas.