• Asignatura: Castellano
  • Autor: camilocalderon2
  • hace 9 años

5 coplas colombianas

Respuestas

Respuesta dada por: Loliotaku
21
-Los muchachos de otros tiempos
trabajaban por mujer,
los muchachos de estos tiempos
buscan una que les dé.

-
Ay quien fuera zapatico
para tu bonito pie,
y mirar con los dos ojos
lo que el zapatico ve!

-
Ay del pobre que se casa
con una mujer blanquita,
que a la vuelta de la iglesia
viene un blanco y se la quita.

-
La gallina puso un huevo
pero lo puso movido,
de tanto bailar bambuco
con el gallo amanecido.

-
La caña con ser la caña,
también tiene su dolor:
si la meten al trapiche
le parten el corazón.

Respuesta dada por: estelash2005
4

Respuesta:

Explicación:

La gallina puso un huevo

pero lo puso movido,

de tanto bailar bambuco

con el gallo amanecido.

Los muchachos de otros tiempos

trabajaban por mujer,

los muchachos de estos tiempos

buscan una que les dé.

Ay del pobre que se casa

con una mujer blanquita,

que a la vuelta de la iglesia

viene un blanco y se la quita.

Ay quien fuera zapatico

para tu bonito pie,

y mirar con los dos ojos

lo que el zapatico ve!

El amor y el interés

se fueron al campo un día

y más pudo el interés

que el amor que te tenía.

Las avecillas del cielo

se mantienen con mosquitos,

así me mantengo yo

con abrazos y besitos.

La bala que a mi me hirió

también hirió al comandante,

a él lo hicieron capitán

y a mí soldado como antes!

La caña con ser la caña,

también tiene su dolor:

si la meten al trapiche

le parten el corazón.

Desde el punto que te vi,

le dije a mí corazón:

qué bonita piedrecita

para darme un tropezón.

Yo no soy de por aquí

yo soy de Capitanejo,

no me creció más el coto

porque no alcanzó el pellejo.

De mi tierra me he venido

con el agua hasta el tobillo,

sólo por venirte a ver

narices de tortuguillo.

Tres aguas habré bebido,

cuatro con la de verbena

y no hay agua más amarga

que vivir en casa ajena”.

El gallo en su gallinero

libre, se sacude y canta.

El que duerme en casa ajena

pasitico se levanta”.

Déjame entrar al monte,

déjame coger la flor,

déjame dormir sueñito

entre tus brazos, mi amor.

Véndame un cuartillo de chicha

en totuma timaneja;

yo no lo hago por la chicha

sino por la muchareja”.

Dos cosas hay en la vida

que me hacen trastabillar:

la chicha de ojo de Ortega

y una negra en Espinal.

A cualquiera se le da

un trago con bizcochuelo

y unas alpargatas viejas

para que no pise el suelo.

Me subí en una lomita

por ver si la divisaba;

tan solo topé las quimbas

del indio que la llevaba.

Lloraba la margarita

la muerte de su marido

y en el llanto preguntaba

si el otro ya había venido.

Hasta que el pueblo las canta,

la coplas, coplas no son, y

cuando el pueblo las canta

ya nadie sabe su autor.

No hay mal que dure cien años

ni cuerpo que lo resista,

ni aguacero que no escampe

ni mal que por bien no venga.

Ayer me dijiste que hoy

y hoy me dices que mañana,

así se pasan los días

y nunca te da la gana.

Bonito es comer con hambre,

bonito es beber con sed,

bonito es dormir sin sueño

con una linda mujer.

Si acaso yo me muriera

que no lloren mis parientes,

que lloren los alambiques

donde sacan los aguardientes.

Del toro me gusta el cacho,

del caballo la carrera,

de las muchachas bonitas

la figura y la cadera.

Una me dijo que sí,

otra me dijo que no,

yo me quedé sin saber

cuál de las dos me engañó.

Tus ojos son dos corozos,

tu nariz es una olleta,

tu boca es una atarraya,

tus orejas dos chancletas.

Ay dame lo que te pido,

que no te pido la vida,

de la cintura pa' bajo

de las rodillas pa' rriba.

Hasta los palos del monte

tienen su separación:

unos sirven pa' hacer santos

y otros para hacer carbón”.

Al pobre del armadillo

lo reclaman para juez

y él dice que no lo jodan,

que lo dejen pa después”.

Estos cantos que cantamos

Ques que las llaman folclores;

malhaya nombres tan raros

que ponen esos señores”.

Aunque la puerca sea rucia

y la tengan en la villa

y la alimenten con leche,

siempre es negra la morcilla.

Los enemigos del alma

me dijeron que eran tres;

y yo digo que son cuatro

si se cuenta a la mujer.

Molé, trapiche, molé

molé, pues si sos tan guapo

que la hornilla tiene leña

y el fondo quiere guarapo.

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