• Asignatura: Castellano
  • Autor: VeroM77
  • hace 3 años

Alguien sabe de donde es esta lectura?????
Conócete a ti mismo...
Entre las dos historias que vienen a continuación existe una relación. Tratemos de captarla. La primera dice así:
El maestro llego a ser una verdadera leyenda viviente. Se decía incluso que en una ocasión Dios le había pedido consejo: “Quisiera jugar al escondido con la humanidad. He preguntado a mis ángeles cual es el mejor lugar para ocultarse, y unos me han dicho que en el fondo del océano, otros que la cima de la más alta montaña, y todavía otros me han dicho que la cara oculta de la luna o en alguna estrella lejana. ¿Qué me sugieres tú?”
“Escóndete en el corazón humano”, respondió el Maestro. “Es el último lugar en el que pensaran que te encuentras”.
En la segunda historia se nos cuenta:
El discípulo era judío. “¿Qué es lo que debo hacer para ser aceptable a Dios?”, preguntó. “¿Y cómo voy a saberlo yo?”, respondió el maestro. Tu Biblia dice que Abrahán practicaba la hospitalidad y que Dios estaba con él. Que a Elías le encantaba orar y que Dios estaba con él. Que David gobernaba un Reino y que Dios también estaba con él.
“¿Y tengo yo alguna forma de saber cuál es la tarea que se me ha asignado a mí?”
“Si. Trata de averiguar cuál es la más profunda inclinación de tu corazón, y síguela”.
Victor Frankl, iniciador de la logoterapia, nos ha hablado en un libo de la “presencia ignorada de Dios” en el corazón humano. En el interior de todo ser humano parece residir una religiosidad inconsciente.
La felicidad está adentro.
Todas las personas, ayer y hoy, buscamos la felicidad... No hay excepción. La dificultad es el poco éxito, el poco resultado en encontrar una cosa en la que se está tan de acuerdo en buscar. ¿No será que la felicidad está dentro, pero es perseguida fuera? La felicidad está escondida dentro. Y si es así, los valores y esquemas de nuestra sociedad no parecen captarlo ni entenderlo del todo. Pero si no podemos encontrarla en lo más profundo de la persona, las posibilidades de hallarla fuero son muy remotas.
Cuando Gagarin, primer astronauta ruso, volvió del espacio hizo su famosa declaración: “No he visto a Dios en el espacio”. Ingeniosa y evidente. Alguien comento con acierto: “Si no lo ha visto primero en la tierra, nunca lo encontrará en el cielo”. Si no se establece un cierto contacto con Dios dentro de la propia piel las oportunidades son muy escasas de que, incluso si se nos aparece cara a cara, lo podamos reconocer.
Juan Crisóstomo (“el elocuente”) escribió: “Encuentra la puerta de tu corazón, descubrirás la puerta del misterio de Dios”. No significa una conversión a convertirnos en personas introvertidas o serias. O que haya que ir hacia dentro para conocerse mejor, tal como se practica en el sicoanálisis. Se trata, más bien, de realizar un viaje a través de uno mismo para surgir en el lugar donde reside el misterio, el punto en que Dios y el ser humano se encuentran. Y escuchar. No es complicado. Aunque puede ser arduo.

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Respuesta dada por: galindolopeznikoltat
2

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oooooooooo

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