• Asignatura: Biología
  • Autor: frddiaz1234567
  • hace 3 años

Los seres vivos requieren energía para mantener al organismo en funcionamiento. La fuente principal de energía, de la que depende la vida en la Tierra, es el Sol. Del total de energía que llega a la superficie terrestre la mayor parte es absorbida por la Tierra y se convierte en calor y sólo una pequeña fracción (alrededor del 1%) puede ser aprovechada por algunos seres vivos, fundamentalmente plantas, algas y algunos tipos de bacterias, que son capaces de captar la radiación solar y la transforman en otra forma de energía más útil para el organismo. El proceso por el cual la energía es atrapada y transformada se denomina fotosíntesis. El resto de los seres vivos, que no pueden aprovechar directamente la energía lumínica para sus procesos vitales, dependen de los organismos que realizan la fotosíntesis para la obtención de energía.
En el proceso de fotosíntesis (foto: luz; síntesis: construcción: fabricación), los organismos utilizan la energía lumínica para unir sustancias simples que toman del ambiente, como el agua y el dióxido de carbono y formar sustancias más complejas, como la glucosa. La energía lumínica queda “atrapada” dentro de sustancias complejas y se la denomina energía química. Luego, a partir de los productos de la fotosíntesis, el organismo fabrica otras sustancias complejas que constituyen su alimento, y aportan material de construcción y energía a las células. Estos organismos capaces de fabricar sus propios alimentos a partir de sustancias simples que toman del ambiente se denominan autótrofos (auto= por sí mismo; trophein= alimentarse).
Los seres vivos que no son capaces de realizar la fotosíntesis incorporan las sustancias complejas del exterior a través de la ingesta de otros seres vivos o productos derivados de ellos. Este tipo de organismos se llaman heterótrofos (hetero= distinto; trophein= alimentarse).

R CALOR CALOR CALOR





En éste primer esquema la energía lumínica fluye desde el sol hacia los organismos autótrofos que la convierten en energía química (en el proceso de fotosíntesis), la cuál será aprovechada por los organismos autótrofos y heterótrofos. La energía se libera en el proceso de respiración celular. Parte de la energía se pierde y es liberada al exterior en forma de energía calórica.

Un sistema se define como un conjunto de componentes que se relacionan entre sí y actúan de manera coordinada. Cada componente del sistema cumple con una función particular y es esencial para el funcionamiento del sistema en su totalidad. Por ejemplo, si se considera al organismo humano como un sistema, el corazón, el cerebro y el estómago son algunos de sus componentes. Cada una de las partes del sistema –en este ejemplo, los órganos- cumple una función particular y depende de las otras para lograr la supervivencia del organismo en su totalidad. Si uno de los órganos falla, el resto del sistema se verá afectado.
El organismo humano, como todo ser vivo, depende para su supervivencia del ambiente con el cual intercambia materia y energía. Cuando un sistema intercambia materia y energía con el ambiente, se dice que es un sistema abierto.
A partir de su relación con el entorno, mantiene estables sus condiciones internas (proceso que se denomina homeostasis), se reproduce, transmite sus características a los descendientes y permite la continuidad de la especie. Una alteración en las condiciones del entorno –por ejemplo, la ausencia de sustancias, como el oxígeno y el agua, o las temperaturas extremas- podría afectar el funcionamiento del sistema. Cuando el sistema no puede mantener sus condiciones, deja de funcionar. Esto, en un ser vivo, significa la muerte.

Éste segundo esquema representa a un ser vivo como un sistema abierto que intercambia materia y energía con su entorno.






El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que se producen dentro de un organismo y son de dos tipos; las catabólicas, en las cuales los compuestos químicos se degradan y liberan la energía almacenada; y las anabólicas en las que la energía es incorporada y utilizada en las síntesis de sustancias más complejas. Las reacciones químicas catabólicas son exergónicas –liberan energía- y las anabólicas son endergónicas –requieren energía-. Las fermentaciones y la respiración celular son ejemplos de procesos catabólicos, en tanto que las fotosíntesis y la síntesis de proteínas son procesos anabólicos. La célula guarda la enegía liberada en los procesos catabólicos en una molécula llamada ATP (adenosin trifosfato) la cuál será utilizada en los procesos anabólicos.

Leer el texto y completar la red conceptual con las siguientes palabras; fotosíntesis, catabólicas, energía, endergónicas, respiración celular.


baeuwu50: mucho texto

Respuestas

Respuesta dada por: lukitasdino1423
16

Respuesta:

pero cuál es la pregunta?

Explicación:

creo que se te olvidó poner algo

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