Respuestas
Respuesta:El Sacro Imperio Romano Germánico tuvo un final poco glorioso, como la mayoría de organizaciones homólogas. El último emperador, Francisco II, se vio forzado a abdicar el 6 de agosto de 1806 para impedir que Napoleón Bonaparte, tras la victoria decisiva en Austerlitz, lo usurpase. Para consolidar su autoridad y dar pistas sobre sus aspiraciones territoriales, el corso había comenzado a utilizar el legado de Carlomagno, a quien admiraba como un guerrero heroico, un conquistador.
Explicación:
El rey de los francos había sido coronado como primer emperador del Sacro Imperio el día de Navidad del año 800. Fue su éxito militar sometiendo a los lombardos lo que persuadió al papa León III a colaborar con él en el establecimiento de una entidad política y religiosa que actuase como una continuación de la Antigua Roma. Se trató de una "creación conjunta" con la que el papado se aseguraba mayores garantías de protección que con el heredero directo de la gran potencia de la Antigüedad, el
emperador bizantino de Constantinopla.