• Asignatura: Castellano
  • Autor: kaleguna1015
  • hace 3 años

enunciados con la palabra felicidad que tengan varios sentidos

Respuestas

Respuesta dada por: morenofonsecajuliana
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Respuesta:

¿Encontramos la felicidad en nosotros o fuera de nosotros?

A algunas de ellas se las califica como eudemonistas o de la felicidad.

A este género de actividad, que coincide con la felicidad, apuntan las virtudes intelectuales.

Además de las ceremonias de culto, de las festividades y de una cierta organización interna, todas las religiones proponen a sus fieles unas actitudes éticas encaminadas a la felicidad y a una retribución más allá de la muerte.

Advirtió que la preocupación por la felicidad ajena es una condición esencial de la felicidad personal.

Ahora bien, para Hume, útil es aquello que puede proporcionar felicidad no solo a uno mismo, sino, sobre todo, a la mayoría, entendiendo por felicidad la sensación de placer o de agrado que experimenta una persona.

Ahora bien, ¿cómo es posible alcanzar esa felicidad y esa visión de las ideas a la que todos aspiran?

Ahora bien, esta felicidad perfecta es difícilmente alcanzable en esta vida (y Aristóteles negaba que hubiera otra).

Al igual que Aristóteles, santo Tomás habla de una felicidad perfecta —la visión de Dios— y de una felicidad imperfecta, que consiste en la vida ordenada según las virtudes morales.

Aristóteles siguió los pasos de su maestro, por lo que su moral se puede caracterizar también como una búsqueda de la felicidad.

Así, las dos grandes consignas de este siglo xviii, expansivo y optimista, fueron el progreso y la felicidad popular, entendida esta en el sentido actual de bienestar social.

Aunque Epicuro, según parece, consideró que los placeres intelectuales eran superiores a los sensibles, sus discípulos terminaron por identi fi car la felicidad solo con estos últimos.

Como toda experiencia placentera, por intensa que sea, es siempre breve y limitada, Epicuro sostiene que solo el placer estático da la felicidad.

Concluyó que, cuando actúa, cada hombre debe efectuar un cálculo de felicidad para medir y ponderar los placeres en juego, en función de su intensidad, fecundidad, pureza, etcétera.

Consiste en la unión entre virtud —cumplimiento del deber— y felicidad.  

El alma humana —parte de ese logos universal— es capaz de conocer naturalmente la ley del universo y vivir conforme a ella para lograr la felicidad.

El cristianismo sostenía que el ser humano —en su unidad de alma y cuerpo— puede alcanzar aquella felicidad pero, además, está llamado a la felicidad perfecta.

El fin del Estado, por lo tanto, es procurar que la vida de los ciudadanos sea buena para que puedan alcanzar la felicidad.

El hombre se hace bueno en la medida en que aprende a identi fi car este bien y trata de alcanzarlo para lograr la felicidad plena.

El objetivo de la ética civil no sería la felicidad ni la plenitud de la persona, sino alcanzar un consenso social básico que posibilite la convivencia

El problema estriba en que la virtud pertenece al mundo inteligible de la libertad, mientras que la felicidad corresponde al ámbito sensible de la necesidad.

El trabajo debe contribuir al desarrollo personal, en orden a la propia perfección y felicidad.

ELos dioses olímpicos viven en el monte Olimpo en una felicidad perfecta, alternando banquetes y asambleas.

En consecuencia, cuanto más profunda sea la comprensión de la realidad, más alta será la felicidad alcanzada.

En cuanto a la existencia de Dios, señaló que el hombre virtuoso debe ser digno de ser feliz, pero no tiene los medios para conseguir la unión de moralidad y felicidad, porque la felicidad depende de causas ajenas a su voluntad.

En efecto, el hombre no está preparado para llevar la vida de felicidad perfecta que solo conviene a los dioses: «si la mente es divina respecto del hombre, también la vida según la mente es divina respecto de la vida humana».

En estas reglas se destaca que hemos de ser moderados y decididos en nuestro actuar para lograr la máxima felicidad posible.

En la existencia terrena la felicidad solo se puede obtener de un modo imperfecto.

 

Felicidad: aquello que se persigue con los deberes morales.

Felicidad: fin último de la criatura racional, que consiste en gozar de la esencia divina.

Felicidad: fin último del ser humano.

Fragmento de Tratado de la naturaleza humana Hume entendió la moral como la ciencia que se ocupa de las reglas que hay que seguir para conseguir el bien y la felicidad.

He oído vuestros votos, y cual tierno padre he condescendido a lo que mis hijos reputan conducente a su felicidad.

Hume entiende la felicidad como placer, gusto o bienestar.  

Influido por Demócrito, negó la existencia de todo aquello que no fuera material, por lo que identificó la felicidad con el placer individual.

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