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Título: El viaje a la isla de los milagros.
Autor/a: Klaus Kordon.
Editorial: ALFAGUARA.
Idioma: Castellano.
Año: 1998.
Precio: 7,16 euros.
Páginas: 206.
Fechas lectura: Entre el 21 y el 30 de abril.
ARGUMENTO:
Hace años que una niña llamada Silke y que tenia nueve años, estaba enferma, y sus padres no sabían porque. Un día sus padres fueron al medico con ella para hacerle una revisión medica, y los padres hablaron con el medico mientras Silke les esperaba en la sala de espera. El medico les dijo que faltaban dos años para que Silke muriera, sus padres que quedaron destrozados y pensaron en hacerle el mayor regalo a su hija y así lo hicieron. Quando volvieron a casa, los padres le preguntaron a Silke que le gustaría tener. Silke les respondió que quería un móvil, y sus padres les dijeron que tenia que pedir una cosa más valiosa y Silke les dijo que le gustaría hacer un viaje por los siete mares en un barco para ellos solos. Sus padres lo pensaron y buscaron barcos en oferta, hasta que al final encontraron uno ideal. Silke extrañada pregunto por el colegio y sus padres le dijeron que ya recuperaría lo perdido. Cuando estaba a punto de zarpar, Silke le prometió a su abuela que en cada parada le enviaría una postal, y así lo hizo. Viajaron por muchos sitios, hasta que llegaron a una isla donde encontraron un niño llamado Kostas que vivía en la calle, era moro y lo conocieron porque Kostas no paraba de mirar el barco donde iban montados Silke, el padre y la madre. Kostas se subió al barco, que se llamaba “Abuela Breuer” porque era el nombre de la abuela de Silke. Los padres de Silke tuvieron que pensar que harían con Kostas, al final decidieron que Kostas se quedaría con ellos, pero como no tenía papeles, cuando vinieran los guardacostas, él se escondería en el testo de la ropa sucia, y así lo izo. Kostas hablaba en otro idioma y la madre de Silke tubo que enseñarle hablar en el idioma que hablaban ellos, Kostas tardo muy poco en aprender muchas cosas, pero aun le faltaba un poco de practica. Después de unos cuantos días llegaron a otra isla y Kostas tubo que esconderse en el testo de la ropa sucia. Cuando aparcaron el “Abuela Breuer”, Silke, su madre y su padre fueron a comprar revisiones de comida y bebida, mientras que Kostas esperaba en el barco. Cuando Silke, su madre y su padre iban a volver al barco, unos niños que decían que eran pobres les pedían dinero al padre de Silke, el padre saco el monedero, y un niño de ellos rápidamente cogió el monedero del padre, y todos los niños se fueron corriendo. Los padre y Silke se quedaron muy sorprendidos y muy tristes porque ahora tenían muy poco dinero y no podrían comprar todas las cosas necesarias para comer. Cuando volvieron al barco vieron que Kostas había desaparecido, Silke se puso muy triste. Ellos esperaron tres días en que Kostas regresara, y así lo izo. Kostas volvió, pero llevaba algo en los brazos, era un perrito muy bonito. Los padre de Silke decidieron quedárselo, Silke y Kostas se pusieron muy contentos. Silke decidió que como el perro lo había encontrado Kostas, el perro se llamaría Kostas ll. Cuando zarparon otra vez, por el mar se encontraron con otro barco llamado “Samara”, que en el iban dos chicas muy amables llamadas Sara y Mara. Silke, sus padres, y Kostas se hicieron muy amigos de ellas y pasaron unos días en el mar inolvidables. Se despidieron de Sara y Mara y siguieron viajando por el mar. Llegaron a una isla llamada “La isla de los lagartos”, allí Silke se encontraba muy bien y sus padres decidieron quedarse unos días allí, pasaron muchos días hasta que decidieron irse para casa ya. Navegaron por el mar hasta que llegaron a una isla donde Silke fue a hacerse la revisión medica. Los padres le explicaron todo al medico y el miro haber como iba. Vio que parecía un milagro, ¡porque Silke ya no estaba enferma!. El medico les explico a sus padres que su hija estaba enferma por la contaminación de donde vivían, así que sus padres pensaron donde podían vivir para que Silke no se pusiera enferma otra vez. Al final decidieron vivir donde estaba ese medico, hicieron un pequeño negocio, Silke y Kostas les ayudaban en el restaurante que habían hecho sus padres vendiendo el “Abuela Breuer”. Silke fue al colegio, y a Kostas le hicieron los papeles para que no se tuviera que esconder nunca más. Fueron muy felices.
Explicación: