• Asignatura: Castellano
  • Autor: eduardolazarte2001
  • hace 3 años

Ayúdenme por fa es para hoy ​

Adjuntos:

TAKELOELOFICIAL: lo tienes que copiar en el cuaderno'
TAKELOELOFICIAL: ?...
eduardolazarte2001: pos si wey
TAKELOELOFICIAL: tonces ya te digo

Respuestas

Respuesta dada por: carloseober2222
0

Respuesta:

lee cómics y de ahí inventa uno con diferentes personajes

Respuesta dada por: TAKELOELOFICIAL
1

Respuesta:

Érase una vez un apuesto príncipe que tenía el sueño de casarse con una princesa. En su reino había muchas mujeres hermosas e inteligentes, pero él quería que su futura mujer tuviera sangre azul, es decir, que fuera una princesa de verdad, hija de reyes y heredera de su propio reino. El príncipe cumplía con todas sus obligaciones diarias y era un buen hijo. Una de las cosas que más le gustaba hacer después de cenar era quedarse un rato conversando con sus padres, los reyes, junto a la chimenea del gran salón del castillo.

Una noche de tormenta, mientras estaban en plena charla, alguien llamó a la puerta. A todos les extrañó, pues la noche no era la más adecuada para estar a la intemperie. – ¿Quién será a estas horas? – dijo el príncipe, levantando las cejas y mirando a su madre con extrañeza – No esperamos visitas en una noche de truenos y relámpagos. Me ha sorprendido una fuerte tormenta y me preguntaba si me darían cobijo en su castillo esta noche – dijo la bella joven.

– Soy una princesa de uno de los reinos vecinos, señor – afirmó la muchacha.

Comprobaremos si es una princesa de verdad. No se me ocurre de qué manera podemos asegurarnos – dijo el príncipe con perplejidad. Esta noche, debajo de su cama, pondremos un pequeño guisante. Tal como habían previsto, la joven se quedó a dormir en el castillo.

– ¿Qué tal has dormido? ¿Te ha resultado cómoda la cama y todo ha sido de tu gusto? – le preguntó. – Pues si le digo la verdad, señora, he dormido fatal – se quejó – Me he pasado la noche dando vueltas en la cama. Sentía algo duro que no me dejaba dormir y no pude descansar en toda la noche. – Sucede que debajo de tu colchón puse un guisante para comprobar si eras realmente sensible.

Sólo una auténtica princesa con delicada piel es capaz de notar la dureza de un pequeño guisante debajo de un colchón. La princesa se sonrojó. El príncipe, que había recorrido medio mundo buscando a su princesa, al final la encontró en su propia casa.  

Explicación:y ssi esta mut larga tonces Hace cientos de años, por aquellas tierras, los monos se pasaban horas contemplando la Luna. Como los monos no tienen alas, su única opción era subirse unos encima de otros formando una larga torre. Los más fuertes se quedaron en los puestos de abajo y los más flacos fueron trepando con agilidad, hasta formar una inmensa columna de monos. Miles de monos cayeron al suelo.

Para ser más exactos, cayeron todos menos uno, pues el que estaba arriba del todo logró engancharse con la cola al cuerno de la Luna. La pálida Luna se echó a reír. Nunca había visto ninguno porque en la tierra los tambores todavía no existían. La Luna se despidió con ternura del mono y preparó una larga cuerda para que se deslizase por ella.

El mono prometió que así sería, pero durante el trayecto de bajada no pudo resistir la tentación y, a mitad de camino, comenzó a golpear su tambor. El sonido resonó en el espacio y llegó a oídos de la Luna, que muy enojada, cortó la cuerda. El mono atravesó las nubes y el arco iris a toda velocidad, cayendo en picado sobre la tierra. Por suerte, una muchacha de una tribu cercana le encontró tirado junto a su tambor y, apiadándose de él, le cuidó en su cabaña hasta que consiguió recuperarse.

Según dice la leyenda, ese fue el primer tambor que se conoció en África. A los indígenas les gustó tanto cómo sonaba que comenzaron a fabricar tambores muy parecidos. Hoy en día, de norte a sur, resuenan tantos tambores, que se dice que la Luna escucha sus tañidos y se siente complacida listo ;)

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