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Ya desde el siglo V antes de Cristo, los seres humanos comenzaron a idear técnicas para transmitir sus aprendizajes de una persona a otra, es ahí donde nacen las técnicas de asociación las cuales consisten en formar imágenes mentales de los elementos que se desea recordar, elaborar rimas, entre otros que se conocen hoy como mnemotécnicas.
Algún tiempo después fue necesario emplear otras formas para recopilar toda la información, pues no era posible recordar tantos datos, así surge la lectura y escritura, se tiene conocimiento que en Roma por ejemplo se enseñaba lectura, escritura, artes como la música entre otros, así mismo en las demás civilizaciones de acuerdo con sus ideales y necesidades se desarrollan procesos de aprendizaje.
Surgen también las escuelas de educación superior que son las que originan las universidades y su función era formar personas capaces de pensar alejándose de la sola repetición, destaca Sócrates quien impuso un nuevo método de enseñanza basado en la persuasión y el diálogo. Este método continuó en la escuela de Platón, donde se enseñaba que el aprendizaje tenía una función muy limitada que se basaba en reflexionar para descubrir los conocimientos que yacen en nuestro interior. Según Orozco (2009), Platón niega la importancia del aprendizaje como proceso.
Aristóteles, en oposición a Platón, es considerado el creador del asociacionismo pues plantea que el conocimiento proviene de los sentidos y éstos permiten la asociación de imágenes según similitud, contraste y contigüidad.
En el Renacimiento, la invención de la imprenta permitió la divulgación y difusión del conocimiento, por lo que la importancia de la mnemotécnia decrece. La imprenta permitió la alfabetización, que a su vez dió origen a la ciencia moderna.
En el siglo XX se consolida el asociacionismos y como parte de el conductismo, pero este paradigma entra en crisis en 1950 y comienza el dominio de la psicología cognitiva comparando al hombre con una computadora.
El paradigma filosófico: Lakatos
Para Lakatos (1978), todo programa de investigación posee un núcleo central y un cinturón protector de ideas auxiliares. Agrega que una teoría es mejor que otra cuando puede predecir hechos que la anterior no predecía, explica el éxito de la teoría anterior y corrobora su contenido. Para este autor el conocimiento es una construcción y por ello la ciencia avanza elaborando más teorías, no sólo recogiendo datos; es por ello que los programas escolares están en constante cambio.
El conductismo (un enfoque asociacionista)
Un conocimiento es considerado asociacionista porque se generan nuevos conocimientos producto de asociaciones de imágenes que provienen de los sentidos y la experiencia.
Para Aristóteles, padre del asociacionismo, aprendemos gracias a la contigüidad, la similitud y el contraste (leyes de asociación).
Según Orozco (2009):
“El asociacionismo conductista es un movimiento en la psicología del aprendizaje que recalca el uso de procedimientos estrictamente experimentales para la observación de conductas”.
Agrega que, el conductismo es la teoría de aprendizaje más empirista y por ello se asocian estímulos y respuestas como mecanismos asociativos.