Respuestas
Luego del 3000 A.C. se construyeron muchas ciudades grandes en la Mesopotamia. Cada ciudad tenía su propio rey y Dios y se consideraba una ciudad estado independiente.
CalendarioEl calendario solar mesopotámico tenía dos estaciones, verano e invierno. Cada año nuevo comenzada con el primer cuarto creciente lunar, tras el equinoccio de primavera. Como astrónomos entusiastas, los mesopotámicos comprendían el modelo heliocéntrico de movilidad planetaria, sabiendo que la tierra gira sobre su propio eje y, a su vez, gira alrededor del sol.
rrigaciónLa Mesopotamia estaba ubicada en una gran llanura inundada y allí el hombre construyó un amplio sistema de irrigación que permitió cultivar un excedente de comida. Para la fertilidad, la Mesopotamia contaba con la inundación anual de ambos ríos, pero las hendiduras eran un obstáculo para sus sistemas de irrigación, que constaban de cientos de canales y regaban los cultivos.ReligiónLa religión mesopotámica era politeista, lo que significaba la presencia de muchos Dioses y Diosas, pero también era henoteista, es decir, que ciertos Dioses eran superiores a otros. Durante el período mesopotámico tardío, las personas comenzaron a clasificar a las deidades en orden de importancia. Había un cura, un templo y un ritual tradicional para cada Dios y había cientos de templos esparcidos en todas las ciudades.División de trabajo y clases socialesHabía tres clases principales de estratos sociales en la Mesopotamia: los funcionarios del gobierno, los nobles y los curas estaban hasta arriba. Luego venía una clase compuesta por comerciantes, artesanos y granjeros; y en el fondo estaban los prisioneros de guerra y los esclavos. Los plebeyos eran considerados ciudadanos libres y estaban protegidos por la ley.ArteLos artefactos mesopotámicos reflejaban el estilo de vida, las creencias y costumbres de la gente, y solían hacerse de piedra, conchas, alabastro y mármol. La civilización mesopotámica recibió influencias culturales de los sumerios, acadios, asirios y babilonios y todas ellas se aprecian en el arte.ArquitecturaLos palacios de la Mesopotamia tenían decoraciones suntuosas y contenían muebles de marfil sólido. Los palacios funcionaban como instituciones socioeconómicas y, en tiempos posteriores, se usaban como almacenes, talleres y santuarios. Todos vivían en casas; los pobres en las más pequeñas y los más adinerados en casas más grandes de dos pisos. Las casas se construían con ladrillos de barro, yeso y madera.Respuesta:
Sin embargo, tanto la antigua documentación en escritura cuneiforme como las imágenes conservadas y los restos arqueológicos nos permiten reconstruir algunas de sus características: un zigurat era un monumento con una base de planta cuadrada o rectangular, construido en forma de alta terraza, escalonado en varios niveles -tres, cuatro o siete-, en el último de los cuales se erigía una capilla o un templo. El núcleo se construía con adobes secados al sol, revestidos con una gruesa capa de ladrillos cocidos en hornos. El templo en la cima, al que se accedía a través de escaleras situadas de forma perpendicular a la fachada o adosadas a ésta, era de ladrillos esmaltados. Este tipo de monumentos no apareció inmediatamente: los primeros templos mesopotámicos fueron construidos al nivel del suelo. Por el carácter numinoso del recinto sagrado (es decir, por la misteriosa presencia de la divinidad en él), se levantaron nuevos templos encima de los cimientos de los edificios antiguos y destartalados, creando plataformas elevadas. Por otra parte, desde un período muy temprano, se trató de elevar los principales edificios religiosos por encima del resto de la ciudad. Este ideal, a un tiempo espiritual y arquitectónico, lo encontramos reflejado cientos de años más tarde en uno de los libros adivinatorios más importantes de la antigua Mesopotamia: Si una ciudad, escrito en lengua acadia y que cuenta con más de 10.000 presagios. Encierran la idea de que el hombre no debería vivir en lugares elevados, puesto que éstos representan terrenos numinosos predestinados para el culto. Los primeros zigurats atestiguados con certeza aparecen durante la llamada III dinastía de Ur (siglo XXI a.C.). El primer rey de dicha dinastía, Ur-Nammu, fue un intrépido constructor de zigurats a quienes debemos no sólo el de su capital, Ur (el mejor conservado en Mesopotamia hasta el día de hoy), sino también los de Nippur y Uruk. Las fuentes indican que desde finales del III milenio a.C., en casi todas las grandes ciudades había zigurats habitados por los respectivos dioses, patrones de la ciudad. Algunos núcleos urbanos disponían de más de uno de estos monumentos: la gran ciudad de Akkad, cuya localización sigue siendo hoy en día una incógnita, albergó al menos tres zigurats. Listas cuneiformes escritas en acadio citan los nombres de al menos treinta y cuatro zigurats en todo el país de Mesopotamia, el actual Irak, así como en tierras de lo que hoy es Irán.
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