Respuestas
Respuesta:
Esta sorprendente historia, ‘Bulira’, es una popular leyenda de Ecuador, originaria del pueblo de los Panche, que habitaban en una zona fronteriza con Colombia. Esta leyenda es una historia de celos y de amor cuyo desenlace ofrece una increíble explicación de por qué algunos ríos tienen ostras en donde a veces se encuentran perlas de agua dulce.
La increíble leyenda de Bulira y el origen de las ostras de río
Una historia de amor con la leyenda de Bulira y el origen de las ostras de río
‘La leyenda de Bulira’ y le origen de las ostras de río
Cuenta una antigua leyenda panche, que hace mucho tiempo, un poderoso cacique, ya mayor, esperaba impaciente a que su única hija, Bulira, escogiera pretendiente para delegar en él su poder. Ella sin embargo, no encontraba el amor, a pesar de que tenía muchos pretendientes.
Cerca de allí, al oeste, se asentó entonces el príncipe Tota, un fiero guerrero. Siempre iba a todas partes rodeado de guardianes y soldados que le hacían los honores. Su presencia se hacía notar. Era apuesto y muy elegante.
Y al este se asentó otro príncipe, Opia, mucho más humilde y discreto. Siempre acompañado por un maestro y un solo criado. No llevaba lanza y vestía de forma sencilla.
Ambos se enamoraron de la princesa. Tota, para seducir a la princesa, organizaba torneos y desfiles en su honor. Y Opia, sin embargo, le enviaba pájaros de colores y recogía hermosos ramilletes de exóticas flores para ella.
Como la princesa era indecisa, Tota comenzó a enfadarse. Sin embargo, Opia, aguardaba paciente sin perder los nervios.
El terrible desenlace de la historia de amor
Un día, Opia se encontraba junto a un arroyo, acompañado por la hermosa Bulira. Ella le miraba embelesada mientras él intentaba pescar unos peces de colores. Tota entonces se llenó de celos y apuntando con su cerbatana, disparó un dardo a su contrincante. Su puntería era tal, que el dardo atravesó el cuello de Opia, quien cayó al agua dedicándole una última sonrisa a su amada .
Bulira, rota de dolor, gritó con tanta fuerza, que Tota huyó asustado. Y ella comenzó a llorar y a llorar sin consuelo. Lloró tanto y con tanto dolor, que sus ojos se desprendieron y cayeron al agua del río formando dos hermosas ostras de perlas doradas. Desde entonces, algunos ríos tienen ostras como las que nacieron de las lágrimas de la joven enamorada.
Qué temas podemos trabajar con esta leyenda de Ecuador
Utiliza esta historia de amor trágico para trabajar:
– Los celos y sus consecuencias.
– La humildad frente a la vanidad.
– El amor verdadero.
Reflexiones sobre la leyenda de Bulira
El amor no siempre es dulce. También puede hacer daño, como en el caso de esta leyenda, que terminó de forma trágica por culpa de los celos:
– El mal de los celos: sin duda, uno de los mayores peligro con el que tenemos que luchar es esta emoción, la de los celos, una emoción irracional que nos ciega y nos hace cometer locuras. Tota sintió al ver a la pareja de enamorados tal rabia, tantos celos por no poder conseguir lo que deseaba, tal frustración, que en lugar de intentar asumir la decisión libre de su amada, intentó eliminar a su ‘supuesto enemigo’, Opia. Y movido por la ira, le mató. Sin embargo, esto no solucionó su problema, sino que lo agravó.
El amor de ella se transformó en un dolor inconmensurable, y de aquel dolor ella quedó ciega. Los celos no solo no consiguen nuestros propósitos, sino que además causan un terrible mal en nosotros mismos y en los demás.
– El triunfo de la humildad: aunque el príncipe Opia era mucho más humilde y a pesar de que no le gustaba mostrar su poder frente a los demás, consiguió al final enamorar a la princesa. Ella prefirió la transparencia y la profundidad de espíritu de ese joven príncipe más humilde que el lujo tan ostentoso al que le invitaba Opia. La princesa no se dejó deslumbrar por las apariencias y se enamoró, profundamente, de aquel que valoraba la belleza de las cosas más simples. Sin duda, simboliza el triunfo de la humildad sobre la vanidad y la soberbia.
– La curiosa existencia de ostras en algunos ríos: efectivamente, existen las llamadas ostras de agua dulce, en determinados ríos de Europa y América. Y esta leyenda busca una explicación más allá de la ciencia, en forma literaria. Es lo que hacen las leyendas, que dan forma usando la fantasía a una realidad realmente sorprendente
Explicación: