Respuestas
Respuesta:
El día que Barack Obama y Raúl Castro comunicaron su voluntad de restablecer los vínculos diplomáticos entre Estados Unidos y Cuba, comenzó a vivirse el último capítulo de la Revolución en América Latina. Me refiero a esa que se escribe con “R” y que llegó al poder en Cuba el Año Nuevo de 1959, dando origen a un sueño que se expandió por todo el continente, y que en la isla determinó la vida de varias generaciones.
Al menos 30 movimientos guerrilleros surgieron en Latinoamérica desde entonces hasta fines de los años 80. La Revolución cautivó a los mayores artistas e intelectuales de su época, y una novelística esplendorosa brotó bajo su sombra. Casa de las Américas, en La Habana, fue por décadas el lugar de encuentro de estas inteligencias. Hasta el cristianismo participó de su embrujo justiciero con la Teología de la Liberación.
Los cubanos suelen discutir acerca de cuándo perdió su encanto la Revolución. Algunos dicen que a comienzos de los setenta, tras el caso Padilla, con la sovietización del “Quinquenio Gris”, cuando hasta los edificios se hicieron con los planos de Jrushchov y se instaló el concepto de “desviacionismo ideológico” para todo aquel que pensara o deseara algo fuera de la norma establecida. Según otros fue en 1989, con la Causa Número 1 —que terminó con el fusilamiento del general Ochoa, uno de los tipos más respetados de la Revolución— y la caída de la URSS.
El Período Especial, que vino después y duró casi toda la década, no se les olvidó nunca más a los cubanos. Desapareció el petróleo, escaseó la comida y el tiempo que tenían luz eléctrica era tan breve que, en lugar de hablar de apagones, hablaban de “alumbrones”. Hasta gatos salían a cazar para comer.
El petróleo y la comida volvieron a Cuba con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela. Chávez vio en Fidel la figura de un padre y un modelo. Quiso seguir sus pasos reviviendo a su manera el sueño de la Revolución que agonizaba, agregándole el apellido de “bolivariana”. Compró gobiernos en toda América Latina mientras el precio del crudo estaba en las nubes y los sumó al llamado socialismo del siglo XXI, cuando lo cierto es que el capitalismo ya había triunfado en todas partes y lo suyo no era más que la triste caricatura de un hecho histórico que se apagaba. La Revolución ya no tenía artistas ni intelectuales ni poesía ni fe.
Thanks for reading The Times.
Subscribe to The Times
Pero, si hubo algo que definió siempre a la Revolución cubana, fue su enfrentamiento con los Estados Unidos. Por eso cuando Raúl Castro apareció en la televisión a fines de 2014 diciendo que restablecería relaciones diplomáticas con el imperio, movido en gran medida por la pérdida de la ayuda económica de Venezuela —que bajo el mando de Nicolás Maduro y con un petróleo en baja se sumergía en una crisis nunca vista—, lo que habíamos entendido por Revolución entró en su recta final.
Explicación: