Question

El primer semoviente que yo compré, fue una mula de
Choluteca. Era alta, delgada y resistente como un
puente. Esto fue en 1921, siendo entonces Director de
la Escuela Normal de Tegucigalpa. La Escuela
ocupaba varios edificios de La Leona, había permiso
de que las mujeres vendedoras de frutas entraran a los
patios interiores con sus ventas. La Venada, que así le
habían puesto los alumnos, sabía quién iba a comprar
plátanos, pues se iba detrás para que le dieran la cáscara. Tenía un paso como
de coyote y siempre que había paseos a caballo nadie le quitaba la cabeza de la
fila a no ser que yo la obligara a lo contrario. Luego se hizo famosa. Llegaron a
ofrecerme 500 pesos por ella; pero tenía una particularidad: que sus buenos
portes los gastaba solamente conmigo. En cierta ocasión que un amigo solicitaba
una buena bestia para un paseo con su novia a Santa Lucía, ella tuvo las más
altas recomendaciones, pero el novio regresó echándole rayos, porque lo hizo ir
a paso de carga, convirtiéndolo en el hazmerreír de todos, pues cuando la tocaba
con las espuelas daba unos brincos que por poco lo sacaba de la montura. El
caso se repitió varias veces, con distintas personas, hasta que nadie volvió a
solicitar sus servicios.
La Venada hizo de las suyas, siempre le gustaba jugarme bromas pesadas. Un
día se salió del potrero y no regresó por mucho tiempo, entonces decidí
comprarme otra bestia para hacer mis mandados, cuando menos acordamos ella
estaba aquí nuevamente. La Venada nunca se juntó con los demás animales que
habíamos comprado. Me sirvió durante 14 años consecutivos: y todavía de buen
servicio, le dio una enfermedad rara que le pudrió toda la pierna; casi un año
tardó en recuperarse, pero siempre le quedó malo el casco.
Una de tantas veces, estaba ella en la casa, y con mirada fija observaba que me
ensillaban otra bestia. Hizo unos movimientos raros y se alejó muy lentamente,
para no volver más; al día siguiente la encontraron muerta.
Sería interesante saber si mi querida mula Venada murió de vergüenza porque
ya no podía ser útil o de resentimiento con el amo, por lo que ella se imaginó, un
desprecio; y sin embargo, cómo la quise y la quiero todavía. que entendio por anecdota

Answer 1

Respuesta:

que tanto para leer yo no lo leo