Escribe un caso en que intervino un mediador. Expliquen qué hizo y si estuvieron de acuerdo con el resultado.
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HISTORIA DEL CASO
Pareja joven con hijo de 4 años. Rompen la relación cuando el menor cuenta con dos años de edad, correspondiendo desde ese momento la custodia a la madre por decisión judicial. El padre presenta problemas de adicciones a diferentes sustancias. Ha estado en tratamiento en varias ocasiones (primer año y medio de vida del niño) pero las recaídas han impedido que la relación sentimental continuase.
Desde el juzgado se establece un régimen de visitas gradual (dependiendo de la evolución del padre en lo relacionado a su problema de consumo) dentro del punto de encuentro.
Las visitas comenzaran siendo tuteladas durante seis meses. Luego pasarían a realizarse entregas y recogidas en el PEF sin posibilidad de pernocta. Tras un año en el punto de encuentro y una evolución positiva por parte del padre, comenzarían las visitas con pernocta siguiendo el convenio impuesto por el juez.
Durante la visita de apertura el padre muestra miedo ante la reacción de su hijo, ya que debido a toda la problemática lleva más de medio año sin verle, y teme que no le conozca o le rechace. Estos temores son derribados desde la primera visita, mostrándose el menor ilusionado en ver a su padre, cariñoso y cercano.
INTERVENCIÓN
Desde el punto de encuentro se plantean diversos objetivos con la intención de normalizar la relación paterno-filial y conseguir una evolución positiva.
Partimos de un comienzo positivo observando la reacción del menor al ver al padre a pesar del tiempo transcurrido. Esto nos ayuda a intervenir, reconociendo la labor de la madre cuidando la figura paterna.
Se legitima los temores de la madre a la adicción del padre, se fomenta las entregas conjuntas (estando la madre presente en el inicio de la visita) y se favorece entrevistas conjuntas donde ambos progenitores puedan expresarse directamente su visión de la evolución paterno-filial, sus apreciaciones sobre su hijo, los problemas que resultan de su relación como padres.
Gracias a estas entrevistas y en que ambos pueden comprobar directamente la buena relación de su hijo con ambos, colaboramos en flexibilizar las posturas de los progenitores con el fin de que se produzcan acuerdos entre ambos, provocando la reflexión desde otros puntos de vista no considerados hasta ahora.
Proponemos alternativas nuevas que favorezcan una evolución positiva en cuanto a la relación entre los progenitores con el fin de favorecer siempre el interés del menor (comunicación telefónica, acuerdos, intercambios conjuntos, entrevistas conjuntas para tratar temas relacionados con el menor…).
Se promueve a la movilización de las partes hacia una solución de sus desacuerdos
Se establece coordinación con los recursos encargados de la supervisión en lo relacionado al consumo del padre.
Se fomenta la empatía entre los progenitores y el reconocimiento y señalamiento de aspectos positivos de cada uno. De esta forma ambos valoran la labor y posición del contrario y la importancia que ejerce sobre el menor de manera positiva. Se resalta con ambos progenitores este hecho, reforzando a la madre esta actitud de cuidar la imagen del padre a pesar de la problemática existente y se fomenta en el padre el reconocimiento de esta actitud en la madre, cosa que el padre agradece desde el primer momento. Un indicativo muy positivo en este caso es como en seguida ambos progenitores cuidan la figura del otro progenitor, teniendo una confianza en la otra parte como progenitor y responsabilizándose de la problemática existente, siendo una parte activa en la resolución de la misma.
RESULTADOS
Las técnicas «mediadoras» utilizadas desde el punto de encuentro, consiguen que ambos actúen una vez legitimados y con el reconocimiento por parte del otro, lo cual facilita y flexibiliza el proceso.
Ambos progenitores acercan sus posturas consiguiendo que la relación paterno-filial evolucione de forma satisfactoria a lo largo de la intervención. Llegan a tener una gran autonomía dentro del PEF, llegando a acuerdos sin la necesidad de la intervención de los técnicos. Consiguen trasladar esta autonomía fuera del recurso, manteniendo comunicaciones telefónicas entre ellos que permiten un régimen de visitas más allá de la sentencia judicial. Recuperan la relación entre ambos progenitores, deteriorada por los hechos acaecidos.
Holaa ,mira te dejo este caso puedes leerlo y resumirlo un poco si tienes alguna duda con gusto me puedes preguntar, espero que te ayude esto :)
Pareja joven con hijo de 4 años. Rompen la relación cuando el menor cuenta con dos años de edad, correspondiendo desde ese momento la custodia a la madre por decisión judicial. El padre presenta problemas de adicciones a diferentes sustancias. Ha estado en tratamiento en varias ocasiones (primer año y medio de vida del niño) pero las recaídas han impedido que la relación sentimental continuase.
Desde el juzgado se establece un régimen de visitas gradual (dependiendo de la evolución del padre en lo relacionado a su problema de consumo) dentro del punto de encuentro.
Las visitas comenzaran siendo tuteladas durante seis meses. Luego pasarían a realizarse entregas y recogidas en el PEF sin posibilidad de pernocta. Tras un año en el punto de encuentro y una evolución positiva por parte del padre, comenzarían las visitas con pernocta siguiendo el convenio impuesto por el juez.
Durante la visita de apertura el padre muestra miedo ante la reacción de su hijo, ya que debido a toda la problemática lleva más de medio año sin verle, y teme que no le conozca o le rechace. Estos temores son derribados desde la primera visita, mostrándose el menor ilusionado en ver a su padre, cariñoso y cercano.
INTERVENCIÓN
Desde el punto de encuentro se plantean diversos objetivos con la intención de normalizar la relación paterno-filial y conseguir una evolución positiva.
Partimos de un comienzo positivo observando la reacción del menor al ver al padre a pesar del tiempo transcurrido. Esto nos ayuda a intervenir, reconociendo la labor de la madre cuidando la figura paterna.
Se legitima los temores de la madre a la adicción del padre, se fomenta las entregas conjuntas (estando la madre presente en el inicio de la visita) y se favorece entrevistas conjuntas donde ambos progenitores puedan expresarse directamente su visión de la evolución paterno-filial, sus apreciaciones sobre su hijo, los problemas que resultan de su relación como padres.
Gracias a estas entrevistas y en que ambos pueden comprobar directamente la buena relación de su hijo con ambos, colaboramos en flexibilizar las posturas de los progenitores con el fin de que se produzcan acuerdos entre ambos, provocando la reflexión desde otros puntos de vista no considerados hasta ahora.
Proponemos alternativas nuevas que favorezcan una evolución positiva en cuanto a la relación entre los progenitores con el fin de favorecer siempre el interés del menor (comunicación telefónica, acuerdos, intercambios conjuntos, entrevistas conjuntas para tratar temas relacionados con el menor…).
Se promueve a la movilización de las partes hacia una solución de sus desacuerdos
Se establece coordinación con los recursos encargados de la supervisión en lo relacionado al consumo del padre.
Se fomenta la empatía entre los progenitores y el reconocimiento y señalamiento de aspectos positivos de cada uno. De esta forma ambos valoran la labor y posición del contrario y la importancia que ejerce sobre el menor de manera positiva. Se resalta con ambos progenitores este hecho, reforzando a la madre esta actitud de cuidar la imagen del padre a pesar de la problemática existente y se fomenta en el padre el reconocimiento de esta actitud en la madre, cosa que el padre agradece desde el primer momento. Un indicativo muy positivo en este caso es como en seguida ambos progenitores cuidan la figura del otro progenitor, teniendo una confianza en la otra parte como progenitor y responsabilizándose de la problemática existente, siendo una parte activa en la resolución de la misma.
RESULTADOS
Las técnicas «mediadoras» utilizadas desde el punto de encuentro, consiguen que ambos actúen una vez legitimados y con el reconocimiento por parte del otro, lo cual facilita y flexibiliza el proceso.
Ambos progenitores acercan sus posturas consiguiendo que la relación paterno-filial evolucione de forma satisfactoria a lo largo de la intervención. Llegan a tener una gran autonomía dentro del PEF, llegando a acuerdos sin la necesidad de la intervención de los técnicos. Consiguen trasladar esta autonomía fuera del recurso, manteniendo comunicaciones telefónicas entre ellos que permiten un régimen de visitas más allá de la sentencia judicial. Recuperan la relación entre ambos progenitores, deteriorada por los hechos acaecidos.
Holaa ,mira te dejo este caso puedes leerlo y resumirlo un poco si tienes alguna duda con gusto me puedes preguntar, espero que te ayude esto :)
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