Respuestas
Respuesta: Marcos 16 es el último capítulo del Evangelio de Marcos en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana. Comienza con el descubrimiento de la tumba vacía por María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé. Allí se encuentran con un hombre vestido de blanco que anuncia la resurrección de Jesús (Marcos 16:1-6). Los dos manuscritos más antiguos de Marcos 16 (del año 300) entonces concluyen con el versículo 8, el cual termina con las mujeres huyendo de la tumba vacía, y «ni decían nada a nadie, porque tenían miedo».nota 1
Los críticos textuales han identificado dos finales alternativos distintos: el «final largo» (Marcos 16:9-20) y el «final corto» o «final perdido», que aparecen juntos en seis manuscritos griegos y en docenas de copias etíopes. Las versiones modernas del Nuevo Testamento generalmente incluyen el final largo, pero colocándolo entre paréntesis o en algún otro formato para mostrar que no se considera parte del texto original.
Muchos eruditos consideran a 16:8 como el final original y creen que el final más largo (Marcos 16:9-20) fue escrito después por otra persona como un resumen de las apariciones del Jesús resucitado y varios milagros realizados por los cristianos. En este pasaje de 12 versos, el autor se refiere a las apariciones de Jesús a María Magdalena, dos discípulos, y luego a los Once (los Doce Apóstoles, menos Judas). El texto concluye con la Gran Comisión, declarando que los creyentes que se han bautizado, serán salvos, mientras que los no creyentes serán condenados, y la imagen de Jesús llevado al cielo y sentado a la diestra de Dios.1
La mayoría de los expertos creen que los versículos 9-20 no eran parte del texto original, y son un añadido de los cristianos posteriores.1 Los críticos textuales han identificado dos finales distintos: el «Final Largo» (vv. 9-20) y el «Final Corto», apareciendo juntos en seis manuscritos griegos, y en docenas de copias etíopes. El «Final Corto», con ligeras variaciones, es el siguiente:
Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.
En un manuscrito latino de c. 430, el «Final Corto» aparece sin el «Final Largo». En esta copia latina (Codex Bobbiensis, «k»), el texto de Marcos 16 es anómalo: contiene una interpolación entre 16:3 y 16:4, que parece presentar la ascensión de Cristo que ocurre en ese punto; omite la última parte de 16:8, y contiene algunos errores extraños en su presentación del «Final Corto». Otras irregularidades en el Codex Bobbiensis llevan a la conclusión de que fue producido por un copista (probablemente en Egipto), quien no estaba familiarizado con el material que estaba copiando.
Debido a la evidencia patrística (desde finales del siglo I) de la existencia de copias de Marcos con 16:9-20, la mayoría de los estudiosos coincide en que este pasaje debe haber sido escrito y unido al evangelio a más tardar a principios del siglo II.2 Los eruditos están divididos sobre la cuestión de si el «Final Largo» fue creado deliberadamente para terminar el Evangelio de Marcos (como sostuvo James Kelhoffer) o si comenzó su existencia como un texto independiente que se utilizó como «parche» a la otra manera abrupta de finalizar el texto de Marcos. Su fracaso para unirse fácilmente a la narrativa de la escena al final de 16:8 es un punto a favor de la segunda opción. Una segunda cuestión es si Marcos pretendía dejar de escribir al final de 16:8 o no; las referencias a una futura reunión en Galilea entre Jesús y los discípulos (en Marcos 14:28, 16:7) sugieren que Marcos pretendía escribir más allá de 16:8.2
El Concilio de Trento, en respuesta a la crítica protestante, definió el Canon de Trento, que es el canon bíblico católico. El «Decretum de Canonicis Scripturis», publicado en 1546 en la cuarta sesión del Consejo, afirma que Jesús ordenó que el evangelio debía ser predicado por los apóstoles a toda criatura: una declaración claramente basada en Marcos 16:15. El decreto procedió a afirmar, después de enumerar los libros de la Biblia de acuerdo con el canon católico, que: «Si alguno, pues, no reconociere por sagrados y canónicos estos libros, enteros, con todas sus partes, como ha sido costumbre leerlos en la Iglesia católica, y se hallan en la antigua versión latina llamada Vulgata; y despreciare a sabiendas y con ánimo deliberado las mencionadas tradiciones, sea anatema». Dado que Marcos 16:9-20 es parte del Evangelio de Marcos en la Vulgata, y el pasaje se ha leído de forma rutinaria en las iglesias desde la antigüedad (como lo demuestra su utilización por Ambrosio, Agustín, Pedro Crisólogo, Severo de Antioquía, León, etc.), el decreto del Concilio afirma la situación canónica del pasaje.
Explicación: ESPERO Q T AYUDE
Respuesta:
té ayudo si me sigues en branli