• Asignatura: Religión
  • Autor: luispari97
  • hace 3 años

ENTENDAMOS LAS EXIGENCIAS DEL MENSAJE DE DIOS:

Lee el siguiente texto y subraya las ideas importantes:

LA VIDA OCULTA DE JESÚS

Su vida en Nazaret (Mt. 2,23):Sobre la infancia (vida oculta) de Jesús sabemos pocas cosas. Lo que tenemos está relatado en los evangelios de Mateo y Lucas. El nació y creció en el seno familiar, igual que nosotros y aprendió diversas virtudes y valores.

En Egipto comenzó la vida oculta del hijo de Dios, con todas las dificultades que existen para empezar de pronto, una vida digna en un país extraño. Fue José quien tuvo que abrirse camino, gobernar la familia con un ánimo de servicio. Y así realizar el querer de Dios, que es trabajar: Construyó con rapidez una casita humilde donde pudieron cobijarse el niño y María. Y, venciendo todo los obstáculos (idioma extraño, costumbres extrañas, gente extraña), pusieron en juego todas sus facultades humanas para ganarse las simpatías de sus nuevos vecinos y conseguir de ellos los encargos para su trabajo. Los egipcios no sospechan a quien han recibido en su país. Ellos solo ven una familia humilde, trabajadora y extranjera.

Luego de la muerte de Herodes José, María y Jesús se establecieron en Nazaret donde Jesús vivió hasta los 30 años, ayudando a José en su trabajo y participando en las tareas del hogar. El arroyo, la cocina, la fuente, y el portal son los escenarios del trabajo de María. El trabajo diario, con sus absorbentes exigencias, no les hace olvidar que están haciendo la obra de Dios; porque si toda su vida oculta es trabajo, es también oración. Junto a Dios trabajan, con Él conversan todo el día, a veces con palabras o con el silencio fecundo de su contemplación: “Nazaret es… una escuela de silencio de vida familiar, de trabajo” (Pablo VI 05-01-1964).

A los doce años José, María y Jesús fueron a la fiesta de la Pascua y al regreso Jesús se quedó allí sin avisar a José ni a María, ellos lo encontraron en el templo a los tres días (Lc.2,41-50).

Durante su infancia Jesús vivía con sus padres:
Obedecía a José y María (Lc.2,51).
Crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él (Lc.2,40).
Jesús crecía en sabiduría, edad y gracia; ante Dios y ante los hombres (Lc.2,52).

El niño perdido y hallado en el templo: María y José iban todos los años a Jerusalén, para la fiesta de Pascua y cuando Jesús tuvo 12 años, subieron a la fiesta, como era costumbre. Pasados aquellos días, al regresar, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que advirtiesen sus padres. Suponiendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino buscándolo entre los parientes y conocidos y como no lo encontraron retornaron a Jerusalén. Y ocurrió que, al cabo de tres días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores quienes le escuchaban admirados de su sabiduría. “Y su madre le dijo: Hijo ¿por qué te has portado así?”, tu padre y yo te buscábamos muy preocupados. Él les contestó: ¿y por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que estar en las cosas de mi padre? (Lc.2,48-50). Pues Jesús era consciente de su misión.
Jesús nuestro modelo: Jesús compartió durante la mayor parte de su vida, la condición de la inmensa mayoría de los hombres: una vida cotidiana de trabajo manual, vida religiosa judía sometida a la ley de Dios (Ga.4,4), vida en comunidad. De todo este periodo se nos dice que Jesús estaba “subordinado” a sus padres y que “progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres” (Lc.2,51-52). Como nos dice la iglesia: El hijo de Dios trabajó con manos de hombre, obró con voluntad, de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado (Vat. II GS. 22,2). En Nazaret Jesús era sencillamente:
Un niño que amaba, respetaba y obedecía a María y José esforzándose por hacerlos felices.
Un joven consciente de su misión (Lc.2,49) que sabía aprovechar el tiempo de formación, bajo la dirección de José y María.
Una persona que cumplía fielmente sus obligaciones, que hacía con perfección sus tareas y trabajos de cada día, sabiendo que así cumplía el plan de Dios.
En eso consistía lo extraordinario de su vida, en hacer extraordinariamente bien las cosas ordinarias de cada día.

CONSTRUIMOS NUEVOS APRENDIZAJES:

A continuación, responde las siguientes preguntas:

¿Qué virtudes nos enseña Jesucristo en su vida oculta para ponerlas en práctica?
¿Cómo podrías vivir las virtudes que nos enseñó Jesucristo en su infancia (casa, escuela y comunidad)?

Respuestas

Respuesta dada por: joovallsuu
2

Respuesta:

Primera pregunta:

Que a pesar de todo, Jesucristo es amable y humilde

segunda pregunta:

Ser humilde, ayudar en la casa, esforzándose, pero sobre todo ser conciente de lo que tú estás haciendo.

Explicación:

Esto, pwrdon si te estaba mal algo.

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