• Asignatura: Filosofía
  • Autor: sospinoortega45
  • hace 3 años

Lea el siguiente fragamento del discurso del método y responda:
I.- [Método para llegar a la verdad.] “No sé si debo hablaros de las primeras meditaciones que hice
allí, pues son tan metafísicas y tan fuera de lo común, que quizá no gusten a todo el mundo. Sin
embargo, para que se pueda apreciar si los fundamentos que he tomado son bastante firmes, me
veo en cierta manera obligado a decir algo de esas reflexiones. Tiempo ha que había advertido
que, en lo tocante a las costumbres, es a veces necesario seguir opiniones que sabemos muy
inciertas, como si fueran indudables, y esto se ha dicho ya en la parte anterior; pero deseando yo
en esta ocasión ocuparme tan sólo de indagar la verdad, pensé que debía hacer lo contrario y
rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda, con el
fin de ver si después de hecho esto, no quedaría en mi creencia algo que fuera enteramente
indudable. II.- [Duda: Sentidos, imaginación, pensamiento.] Así, puesto que los sentidos nos
engañan, a veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal y como ellos nos la presentan
en la imaginación; y puesto que hay hombres que yerran al razonar, aun acerca de los más simples
asuntos de geometría, y cometen paralogismos, juzgué que yo estaba tan expuesto al error como
otro cualquiera, y rechacé como falsas todas las razones que anteriormente había tenido por
demostrativas; y, en fin, considerando que todos los pensamientos que nos vienen estando
despiertos pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que ninguno entonces sea
verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces habían entrando en mi espíritu no
eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. III.- [Fundamento de la nueva filosofía.] Pero
advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo,
que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad: "yo pienso, luego soy", era tan
firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de
conmoverla, juzgué que podía recibirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que
andaba buscando. IV.- [Yo soy una sustancia pensante.] Examiné después atentamente lo que yo
era, y viendo que podía fingir que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en
el que yo me encontrase, pero que no podía fingir por ello que no fuese, sino al contrario, por lo
mismo que pensaba en dudar de la verdad de las otras cosas, se seguía muy cierta y
evidentemente que yo era, mientras que, con sólo dejar de pensar, aunque todo lo demás que
había imaginado fuese verdad, no tenía ya razón alguna para creer que yo era, conocí por ello que
yo era una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar, y que no necesita, para ser, de
lugar alguno, ni depende de cosa alguna material; de suerte que este yo, es decir, el alma por la
cual yo soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo y hasta más fácil de conocer que éste, y,
aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es. V.- [Criterio de verdad: claridad y
distinción.] Después de esto, consideré, en general, lo que se requiere en una proposición para
que sea verdadera y cierta, pues ya que acababa de hallar una que sabía que lo era, pensé que
debía saber también en qué consiste esa certeza. Y habiendo notado que en la proposición “yo
pienso, luego soy”, no hay nada que me asegure que digo verdad, sino que veo muy claramente
que para pensar es preciso ser, juzgué que podía admitir esta regla general: que las cosas que
concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas, pero que sólo hay alguna dificultad
en notar cuáles son las que concebimos distintamente.

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Respuesta dada por: rojasstefannypullo
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