Respuestas
Respuesta: 1. El desafío del protagonista no queda claro rápidamente al inicio del caso
Transmitir el desafío de manera sucinta y cerca del inicio del caso engancha al lector, genera empatía con el protagonista y hará que los demás detalles del caso tengan sentido y relevancia. Por ejemplo, si explica al inicio del caso que el gerente de planta debe encontrar cómo mejorar la productividad para evitar despedir a trabajadores, el lector estará más comprometido con entender el detalle del plan de incentivos.
2. Faltan hechos que ilustren las ideas que quiere transmitir
Es claro leer que la planta del protagonista del caso tuvo problemas de productividad y calidad que ponen en juego la relación con un cliente importante. Sin embargo, se entiende otra cosa por completo leer que se entregó fuera de plazo la orden del cliente responsable de cuarenta por ciento de las ventas; que el costo del flete urgente redujo las utilidades de la venta a casi cero; y que es muy probable que el producto tuvo alguna falla que podría hacer que el cliente se marche a otra empresa. La segunda redacción es mucho más vívida, lo que le da más lugar al lector a comprometerse con entender y brindar una solución al caso.
3. La redacción dificulta la lectura y comprensión
Dos o tres oraciones breves y sencillas son más fáciles de leer y entender que una sola oración larga o compleja. Asimismo, un párrafo de dos o tres oraciones con una idea principal apoyada por ejemplos o explicaciones son más fáciles de entender que oraciones sueltas que requieren que el lector adivine la relación entre ellas o por qué están en el caso. Cuando prepara su caso, considere cómo la redacción ayuda (o no) a la comprensión del lector.
Explicación: